Aromas del Colegio

Este viejo pupitre de madera que tenemos delante, nos podría contar muchas historias de los niños que en él se sentaron, ya que se utilizó en las escuelas de Santa Cruz de la Salceda, hace muchos años, en este mismo edificio en el que nos encontramos.

En él encontramos olores que inundaban las escuelas hace años, como el de la tinta china para escribir o el olor de la goma de nata. Y además, dos libros con aromas, el de la derecha nos habla de pintura y huele a óleo y el de la izquierda, que nos habla de cine… ¿A qué olerá?

Visita enológica:

Entre los aromas que recordamos del colegio, tenemos el de tinta china de origen terciario, que aparece en grandes vinos tintos y que se asocia a larga crianza. Es un descriptor en vinos tintos de calidad, como ahora, Cabernet sauvignon, tempranillo, y vinos con gran intensidad aromática.

De otro lado, la goma tiene un aroma de nata y las palomitas a mantequilla, con lo cual estos aromas pertenecerían a los lácteos que se pueden escuchar en la locución 4 de la mesa mentirosa.

Carteles:

El olfato es el sentido que más íntimamente está relacionado con la memoria y más frágilmente ligado al lenguaje. Resulta complejo describir un olor, lo hacemos relacionándolo con otros olores u objetos y describiendo cómo nos hacen sentir.

Pero naturalmente hay que aprender a denominar los olores, y a reconocerlos, ya que su nombre es la única referencia tangible que tenemos para “señalarlos”.

¿Cómo descubrir un olor? Tanto su intensidad como su naturaleza son totalmente subjetivas. El olor no es una propiedad de la molécula sino el resultado de la forma en que lo captamos.

Los miembros del Club del Olor en Japón han creado una web “Nioi-bu” que no sólo describe los diferentes olores del mundo sino que los ubica en un mapa de Google y tienen como desafío crear en internet una función para poder oler.

El olor del trabajo y del éxito en Japón

Olores a sándalo, limón, ciprés o eucalipto forman parte de la nueva terapia laboral que han implantado los magnates japoneses en sus oficinas o en los talleres nipones. Dosis de uno u otro aroma esparcidas a horas diferentes influyen en el ánimo de los trabajadores. Ahora surge una pregunta ¿qué olor debe tener el trabajo? Por supuesto, no desagradable dicen todos los que trabajan en Japón.

Según un reciente estudio japonés, el olor del dinero hace que los empleados sean más eficientes y motiva, por lo tanto, que estos tengan éxito en el trabajo. Lo que para muchos puede parecer ridículo, para otros, como es el caso de Patrick McCarthy, sirve de inspiración.

LIBRO DE PINTURA Y AROMA DE ÓLEO

La relación entre la pintura y los aromas, dejando a salvo la simbología del contenido de los cuadros, resulta difícil de concretar.

Las colecciones creadas solicitando a cada artista la realización de una obra unida a una evocación olfativa son empeños por establecer esa relación entre la sensación producida por el aroma y la visual del cuadro. Sin embargo, será el lenguaje o el texto el que en último término detalle la intencionalidad del autor, expresada en la imagen.

Otra experiencia, que tal vez con el tiempo influya en la parte “material” de la pintura, es la de un equipo de científicos japoneses de la Universidad de Keio en Minato, Tokio, que han desarrollado una tecnología que permite imprimir los olores utilizando una impresora modificada de chorro de tinta que mediante pequeños impulsos de material convierte lo impreso en una pantalla olfativa capaz de cambiar de un aroma a otro de entre los cuatro aromas que utiliza.

Les mostramos esta obra de Giotto en la que se hace referencia a los aromas de mirra y aloe con los que empañaron las vendas utilizadas para cubrir el cuerpo de Jesucristo. La fuente literaria de la escena representada en este cuadro es el Evangelio según san Juan, 19, 38-42

“Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.

También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.

Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.

Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno.

Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.”.

LIBRO DE CINE Y AROMA DE PALOMITAS

Asociar un olor a una información visual nos abre la posibilidad de almacenar de un modo más duradero su recuerdo en la memoria.

En los primeros intentos de hacer cine con aromas se apreciaron dos inconvenientes importantes. El perfume que se acumulaba en las salas no permitía superar la saturación olfativa que provocaba en los espectadores y por otro lado, al añadirse aromas a películas ya existentes, esto se consideró una ofensa tanto para la estética del cine como para la creación del director.

En los años 60 se produce la primera tentativa de sorprender al público con aromas y que estos formen parte del argumento de la película. La tecnología aplicada al filme fue anunciada como mucho más precisa y realista que todos los intentos previos de hacer cine con olfato. En “Perfume de misterio” del director Jack Cardiff,el osmólogo Laube y el productor Todd Jr. se cuenta la historia de un desconcertante delito en el que la heredera se identificaba por su perfume y el asesino por el aroma que desprendía su pipa, siendo ambos aspectos claves para el desarrollo de la trama, que por cierto se desarrollaba en España, en Málaga y que aquí se bautizó con el título de “Vacaciones en España.”.

El cineasta John Waters, en 1981, hizo una parodia de la idea en ‘Polyester’, con tarjetas raspa-y-huele ‘Odorama’, y el chiste de Waters fue copiado por los autores de la película animada de 2003, ‘Vacaciones salvajes’ quienes declararon que había sido hecha en su homenaje.

En 2000, el director de Hong Kong, Ip Kam-Hung estrenaba ‘Lavender’, un romance de fantasía en la que el dueño de una tienda de aromaterapia se enamora de un ángel herido que ha caído en su balcón. Para realzar el aire de la película, los productores gastaron un millón de dólares en aparatos que dispersaban aromas de flores en los sistemas de aire acondicionado de los teatros.

En el año 2006 dos salas de los cines Shochiku proyectaron el filme estadounidense de aventuras “El Nuevo Mundo” mientras funcionaba un sistema informático cuyo programa emitía desde la parte posterior de las últimas butacas del cine siete aromas diferentes que se sumaban a los efectos sonoros de alta tecnología.

Hoy en día, las compañías de entretenimiento audiovisual quieren aumentar la calidad de nuestras experiencias cuando jugamos con consolas u ordenadores, o a la hora de ver películas. Así, Scent Sciences quiere traernos este tipo de sistema que va más allá del vídeo y el sonido a casa, se trata de ScentScape, un dispositivo capaz de recrear olores en función del contenido de los vídeos o juegos que estemos reproduciendo. Los olores se crean mediante unos cartuchos recargables.

Al hilo de lo anterior convendríamos en señalar que el intento llevado a cabo con la película “Perfume de misterio” hacía presentir la llegada de nuestros tiempos en los que la manipulación de los aromas se convierte en una poderosa herramienta de influencia en la conducta del consumidor.

Aromas del Colegio
Información facilitada por Museo de los Aromas. Derechos reservados.