Aroma del vino

Los aromas del vino son una parte fundamental en su disfrute y en el reconocimiento de sus sabores y matices. No se puede entender el disfrute de un vino sin sus aromas.

En esta zona vamos a profundizar en el mundo de la enología pero de manera muy sencilla. ¿Cómo? Jugando. Tienes delante dos barricas con cuatro variedades de uvas: albariño, verdejo, moscatel y tempranillo. Delante de ellas tenemos un aromín para adivinar cuál es el aroma que predomina en esa variedad de uva. El procedimiento de este juego es el de siempre en el museo: oler, elegir una de las opciones y apretar el botón para ver la respuesta correcta. Si se enciende la botella, significa que has acertado y habrás aprendido que esa variedad de uva tiene ese matiz aromático.

Te proponemos que el día que tomes un vino de alguna de estas variedades intentes reconocer estos aromas que acabas de aprender.

Visita enológica:

En la despensa encontramos frutas como la pera, de origen primario, presente en vinos blancos, y conocido dentro de los aromas de frutas blancas. Es un aroma que armoniza con la vainilla en vinos blancos criados en barrica y es habitual encontrarlos en vinos procedentes de uvas Albariño, Chenin Blanc, Viura y chardonnay. También tenemos frambuesa, que como todas las frutas, es un aroma primario, muy habitual en vinos tintos proveniente de variedades como la Pinot Noir, Tempranillo, Cabernet franco y la Syrah. Es un descriptor clásico de la ribera del Duero, Chinon, Toscana y algunos Borgoñas.

También encontramos en esta despensa el aroma a hierba. Aroma de origen primario muy presente en los vinos elaborados con uva Verdejo y Sauvignon blanc, con lo cual es habitual en los vinos neozelandeses o de Sanser y Poli-fume, así como los blancos de Rueda.

La descripción del aroma de miel podemos encontrarla en la locución 4 de la mesa mentirosa.

Carteles:

¿DE QUÉ DEPENDEN LOS AROMAS DEL VINO? (Enrique Calduch)

La mejor manera de distinguir, recordar y disfrutar de un vino es a través del olfato. La vista proporcionad datos y la boca reconoce texturas, temperaturas y sólo cuatro sabores (ácido, amargo, salado y dulce). Nada más. El resto de las virtudes y defectos de un vino lo encontramos en la nariz.

El vino es un ser vivo que nace, crece, envejece y muere. Cuando es joven, debe mostrar las virtudes de la juventud, es decir, ser alegre, intenso y directo. Debe oler a fruta fresca, moras y ciruelas en el caso de los tintos; fresas y frambuesas en los rosados; manzanas y peras en los blancos, aunque admiten toda la gama de frutas. También suelen aparecer herbáceos y flores, así como las características concretas de la familia de la que procede este adolescente, que lo marcan mucho, es decir, la variedad de uva y el suelo donde ha nacido.

Cuando ya es un joven más formado, camino de la madurez, habrá recibido una educación o crianza. El paso por madera lo habrá transformado. Ahora la fruta será más madura, aparecerán loa aromas de vainilla, cacao, café, tostados. Se intensificarán las características de su origen, los recuerdos balsámicos, regaliz, monte bajo o los minerales.

Pasado el tiempo el vino habrá llegado a la madurez. Es un caballero serio en plenitud de su vida, después de su crianza y el reposo y la sensatez que da el tiempo. Bien formado, será complejo y elegante, la fruta se habrá ido marchando o aparece muy compotada, para ser sustituida por las especias, el cedro, caja de puros…

Cuando ya es muy mayor, se habrá convertido en un anciano venerable, con experiencia, recuerdos, consejos. Alguien con quien sentarse a disfrutar de su sabiduría lentamente. Ya dominan los aromas más tenues y sofisticados, las especias y el recuerdo de aquellas compotas, así como la aparición de los cueros limpios.

Cuando un amante del vino, dependiendo del momento, la época del año o la compañía, se sitúa delante de un vino, debe elegir. Quizá prefiera pasar el rato con un adolescente alegre y simpático que le haga reir; o de un señor serio y formado que le dé una conversación plena; o de un hombre mayor con experiencia e historia que le haga pensar. Siempre para disfrutar el momento.

Aroma del vino
Información facilitada por Museo de los Aromas. Derechos reservados.