La Alameda de Cervantes, conocida popularmente como "La Dehesa", es el jardín por excelencia de la ciudad de Soria, no solo por su ubicación en el mismo centro de la ciudad, donde conviven cientos y cientos de especies de vegetación, sino por su alto valor cultural y paisajístico.
Además, es uno de los jardines públicos más antiguos de España y de Europa.
Es la zona verde más importante de la ciudad y el verdadero pulmón verde del casco urbano. El parque se encuentra en el centro de la ciudad, frente a la Plaza de Mariano Granados y junto al Paseo del Espolón.
La primera noticia que hace referencia a “La Dehesa” aparece a comienzos del siglo XII, cuando después de consolidarse Soria como núcleo urbano, en 1126 el abad del Monasterio de San Millán de la Cogolla, fray Pedro, hizo una “pressura” de una dehesa para “alimentar los ganados de la comunidad extramuros de la ciudad”.
Además existen noticias documentales de una iglesia con la advocación de San Andrés que junto con la de Santa María de Tera fue objeto de un largo litigio entre el obispo de Osma y el abad de San Millán acaecido en 1166, en el cual el oxomense sostenía que era de su propiedad por hallarse en su obispado mientras que el emilianense alegaba que había sido fundada por el abad Pedro. Sin embargo los autores no se ponen de acuerdo en si en realidad hacen referencia a esta iglesia o a otra situada, junto a la mencionada, en Tera. Sea cierto o no, durante siglos la dicha dehesa fue denominada Dehesa de San Andrés hasta que en 1905, en el tercer centenario de la publicación de El Quijote se cambió el nombre por el de Alameda de Cervantes.
Los grandes cambios en el jardín se realizaron en el siglo XIX y XX. En 1930 la Dehesa sufre una fuerte remodelación; se plantaron más de 1500 árboles y la explanada “del alto” dejó de utilizarse como dehesa boyal para ganados y posteriormente se construyó un molino de viento con estanque para regar, actualmente desaparecido. La parte baja con jardines, bulliciosos paseos y el recinto de “La Rosaleda” fue diseñada y construida después de la Guerra Civil en los años 40 al mismo tiempo que la rehabilitación de la Fuente del Campo.
En el año 1945 se realizó la nueva portada de la entrada al parque desde Mariano Granados y entre 1947 y 1950 se procede a cerrar el parque tal y como lo conocemos hoy.