El Santuario de Nuestra Señora de Alarcos es una ermita de estilo gótico situada en Alarcos que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1980.
Tiene planta basilical y es de estilo gótico, con un gran rosetón de tracería sobre la puerta. Este santuario está dedicado a la Virgen de Alarcos, a la que se peregrina el lunes de Pentecostés.
La Batalla de Alarcos tuvo lugar el 18 de julio de 1195, al pie del cerro donde se encuentra la ermita, enfrentando a las tropas de Abu Yusuf Yaqub al-Mansur con las del rey castellano Alfonso VIII, que fue derrotado y facilitó su ocupación musulmana durante diecisiete años. Reconquistado el territorio gracias a la batalla de las Navas de Tolosa, el 16 de julio de 1212, se inició un periodo de crecimiento para Ciudad Real (antes conocida como "Villa Real"), que llevó a la construcción del edificio del santuario entre los siglos XIII y XIV.
Se encuentra en la margen izquierda del río Guadiana, a 10 kilómetros de Ciudad Real, en el extremo noreste del cerro que forma el Parque Arqueológico de Alarcos. Actualmente se puede acceder a él a través de una abertura en la muralla medieval del antiguo castillo de Alfonso VIII de Castilla.
Sorprendentemente, se encuentra a tan sólo 100 metros del Santuario Ibérico de Alarcos, a pesar de que no existen evidencias de ocupación continuada en la cima del cerro durante la época romana, lo que hace pensar que su ubicación se basa en una posible tradición sagrada del lugar.
La estructura tiene tres naves y planta de cruz latina, y fue diseñada teniendo en cuenta el simbolismo católico, ya que el número "3" representa la Santísima Trinidad. Diez pilares octogonales de piedra caliza sostienen ocho arcos apuntados que separan las naves. El estilo románico se conserva en la capilla del ábside.
La fachada principal, orientada al suroeste, destaca por su gran rosetón de tracería, que se encuentra dentro de un marco cuadrado formado por diecinueve lóbulos de piedra tallada. Fue replicado para el rosetón de la Catedral de Ciudad Real.
La fachada sureste tiene un pórtico sostenido por ocho columnas de piedra que se prolonga hasta la cubierta de la iglesia, que tiene un sencillo artesonado y un techo de tejas. Fue diseñada originalmente en estilo mudéjar, con alfarjes pintados.