El área de juego en sí consistía en un óvalo de dimensiones de 75 por 44 metros, pero en realidad se trataba de una plataforma construida en madera que estaba cubierta con una capa de arena. Bajo esta superficie, se extendía un complejo sistema de túneles y celdas conocido como el hipogeo, utilizado para albergar a gladiadores, prisioneros y animales. El suelo de la arena contaba con diversas trampillas y montacargas que conectaban con el sótano y que podían ser utilizados durante el desarrollo de los espectáculos.
El diseño de la arena incluía un sofisticado sistema de drenaje que se conectaba a través de cuatro amplias cloacas. Inicialmente, se ha sugerido que estas cloacas se diseñaron para evacuar el agua después de los eventos navales que solían realizarse. Sin embargo, parece que durante el reinado de Domiciano, se abandonó la idea de las naumaquias y se pavimentaron las cloacas para permitir el uso de montacargas en los combates de gladiadores. Actualmente, la cubierta de madera que antes existía ya no se conserva, lo que hace que todo el intrincado laberinto subterráneo quede al descubierto al aire libre.