El Botafumeiro es un enorme incensario de latón plateado que pesa 62 kilogramos vacío y mide 1,60 metros de altura. El Botafumeiro anterior pesaba 60 kg, pero en 2006 se le añadió un baño de plata, aumentando su peso hasta los 62 kg actuales. La cuerda que lo sostiene, atada al crucero de la catedral, es ahora de material sintético, mide 65 m de largo, 5 cm de diámetro y pesa 90 kg. Antes las cuerdas eran de cáñamo o esparto. El Botafumeiro se llena con unos 40 kg de carbón e incienso (pesa más de 100 kg al principio de sus movimientos), luego se ata con fuertes nudos a una larga cuerda que va hasta el tejado del edificio, y se desplaza por la nave de la iglesia mediante un mecanismo de poleas; para ello, un grupo de ocho hombres, llamados tiraboleiros, primero lo empujan para ponerlo en movimiento, y luego cada uno tira de un extremo de la cuerda para coger velocidad. El movimiento del Botafumeiro puede alcanzar una velocidad de 68 km/h durante su desplazamiento por el crucero de la catedral, desde la puerta de Azabachería hasta la puerta de Platerías, describiendo un arco de 65 m y una altura máxima de 21 m (un ángulo de 82,º). Para alcanzar esta altura máxima son necesarios 17 recorridos completos.
Cuenta la tradición que el uso del incensario en la catedral de Santiago se inició en el siglo XI, con la idea de perfumar el templo y eliminar el mal olor que dejaban los peregrinos, cansados, sudorosos y desaseados, muchos de ellos enfermos. En 1200, el sistema inicial de poleas fue sustituido por un sistema de rodillos que le permitía desplazarse lateralmente, de modo que podía recorrer unos 150 cm, que era la distancia que permitía la cuerda. El rey Luis XI de Francia donó una suma de dinero a la catedral en 1400 para sustituir el incensario medieval, lo que no se llevó a cabo hasta 1554. El actual mecanismo rodante del Botafumeiro se instaló en 1604.
El nuevo incensario era totalmente de plata, pero fue robado por las tropas napoleónicas en abril de 1809, durante la Guerra de la Independencia, siendo sustituido por el actual, creado por el orfebre José Losada en 1851.
Una muestra de la importancia simbólica del Botafumeiro en España es el diseño de las monedas de 5 pesetas de 1993, con un grabado del incensario compostelano.