Teatro comunitario, también conocido como Teatro Bretón de los Herreros o simplemente Teatro Bretón. Se encuentra en el casco histórico de Logroño y fue inaugurado el 19 de septiembre.

Félix Navarro, arquitecto del edificio, se basó en el diseño del Teatro Gijón. Este teatro acogió la primera proyección pública de una película cinematográfica en la ciudad el 18 de noviembre de 1896. Es uno de los centros de exhibición más importantes del país.

Se realizaron en el siglo XIX, cuando Logroo aún contaba con su Corral de las Comedias, que se había inaugurado en 1604 y se había construido, como en muchas ciudades, en los terrenos del antiguo Hospital de la Misericordia para ayudar a los enfermos con la recaudación de sus representaciones. En 1839, el Ayuntamiento pretendió construir unas nuevas instalaciones teatrales en el antiguo Palacio Episcopal por este motivo altruista y porque el corral se había quedado muy deteriorado. Desde entonces y hasta 1879, muchos proyectos se sucedieron, pero ninguno se completó por falta de financiación. En una época en la que Logroño no tenía ningún lugar donde celebrar representaciones, se habilitó el Liceo, de propiedad privada, que había sido construido en 1868. Cesáreo Sáenz Balmaseda afirma que el Liceo de la calle Ruavieja era insuficiente para satisfacer las necesidades de la población amante del teatro de la ciudad.

Como "se buscaban localidades, sobre todo las de preferencia, con tres o cuatro días de antelación", "había que repetir las representaciones para dar cabida a todos".

Construcción

El Ayuntamiento de Logroño, dirigido por D. Diego de Francia, Marqués de San Nicolás, emitió un bando en 1879 en el que se animaba a los vecinos a contribuir con 500 reales cada uno a la construcción del teatro para que la ciudad pudiera construir un coliseo. No se recaudó lo suficiente, a pesar de que Espartero, Sagasta y el marqués de Murrieta estaban entre los donantes.

Para ello, se decidió "abrir un concurso para la presentación de proyectos y adjudicar la obra a quien tuviera las mejores condiciones, dándole como subvención el solar y los seis mil duros del abono obtenido", según consta en el acta municipal. Así fue como acabó ocurriendo. El último día del plazo, don Félix Navarro, arquitecto de Zaragoza, presentó el proyecto para construir el teatro de Logroo. El alcalde dio su aprobación para comprar terrenos y contratar al arquitecto Félix Navarro para que construyera un teatro inspirado en el Teatro Gijón. El emplazamiento actual de este teatro fue elegido tras descartar otros cinco (la calle Mayor, la plaza del Mercado, los jardines del Instituto Sagasta y el Espolón).

Con motivo de la inauguración se representaron obras del autor Bretón de los Herreros. El auditorio, con forma de herradura y tres niveles de palcos, contaba con 700 plazas. El edificio, antes conocido como Teatro Quintana, se llama ahora Teatro Principal. En 1902, el dramaturgo, poeta y periodista español Manuel Bretón de los Herreros hizo que el Ayuntamiento rebautizara su teatro en su honor.

Reformas

El teatro fue adquirido por la Caja de Ahorros Municipal en 1901, tras lo cual fue objeto de amplias reformas dirigidas por los arquitectos Ignacio Velasco y Luis Barrón. Se modificaron la estructura, la cubierta y, sobre todo, la fachada del edificio, que se mantienen hasta hoy. Los techos, las lámparas de cristal y las barandillas de los palcos existentes se mantuvieron en su sitio durante la renovación. El escenario, el foso de la orquesta y los bastidores se construyeron en un sótano.

Daniel Trevijano compró el teatro en 1917.

En 1919 se realizaron ajustes en la estructura del edificio. Posteriormente, en 1951, el arquitecto Gonzalo Cadarso realizó una importante reforma que dio al teatro su aspecto actual: palcos en forma de herradura en la parte delantera y dos anfiteatros en la parte trasera, el más alto de los cuales estaba rematado con asientos fijos de madera.

La reconstrucción incluyó muchas adiciones notables, como un foso de escenario más grande, un foso de orquesta más grande y una zona de camerinos más amplia. Aunque se renovó la estructura y la distribución del edificio, lo que dio lugar a unas mayores dimensiones en detrimento de los antepalcos y vestíbulos que existían anteriormente, se procuró preservar en lo posible el carácter y la decoración de la sala principal.

El 25 de agosto de 1983 fue declarado Bien Cultural Monumental.

Infierno y periodo de transición

El teatro sufrió un devastador incendio la noche del 24 de diciembre de 1979. Renovado en mayo de 1990, fue inaugurado oficialmente en presencia de la Reina Sofía y transferido a la ciudad. Las obras comenzaron en 1986.

La última renovación del teatro se llevó a cabo a lo largo de los veranos de 2008, 2009 y 2010 para minimizar las interrupciones de las representaciones.