El Café Tortoni, ubicado en el 825 de la Avenida de Mayo en Buenos Aires, es un establecimiento histórico cuyo nombre probablemente deriva del famoso Café Tortoni de París del siglo XIX. Este café ha sido emblemático del espíritu tradicional de la Avenida de Mayo durante casi un siglo y se ha convertido en una leyenda de la ciudad. Fue sede de la peña literaria más prestigiosa de Buenos Aires, liderada por el pintor Benito Quinquela Martín. En la actualidad, sigue siendo un destacado centro cultural y turístico.
Aunque existe una anécdota del poeta Baldomero Fernández Moreno que relata salir a tomar un café en el Tortoni bajo la lluvia, este establecimiento es oficialmente parte del grupo de Bares Notables de Buenos Aires, una categoría respaldada por programas del gobierno de la ciudad.
El Café Tortoni fue inaugurado en 1858, y aunque existen dos teorías sobre su nombre, una versión sugiere que fue fundado por un francés llamado Touan, quien lo nombró así en honor a un café en el Boulevard des Italiens de París. La otra versión atribuye su origen a Oreste Tortoni, quien habría abierto el café en la calle Defensa al 200. La versión más aceptada, respaldada por uno de los últimos propietarios, el señor Fanego, es la primera.
En 1880, el café se trasladó a su ubicación actual en la planta baja de la residencia de Saturnino Unzué, una casa de estilo italianizante que aún conserva su fachada original aunque deteriorada. La apertura de la Avenida de Mayo en 1888 afectó la estructura original, y en 1898 se construyó una nueva y más lujosa fachada diseñada por el arquitecto noruego Alejandro Christophersen.
A finales del siglo XIX, el café fue adquirido por Celestino Curutchet, otro francés. En 1926, se estableció "La Peña", un espacio dedicado a las artes y las letras, que funcionó hasta 1943 y fue liderado por Quinquela Martín. Esta peña, que originalmente se reunía en otro café, encontró su hogar en el Tortoni y se convirtió en un importante centro cultural, atrayendo a figuras como Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, y Federico García Lorca.
Entre 1962 y 1974, otro grupo de escritores, liderados por Abelardo Castillo y Humberto Constantini, se reunió en el Tortoni y contribuyó a la creación de importantes revistas literarias. Carlos Gardel, quien solía frecuentar el café, también es una figura destacada en la historia del Tortoni.
Hoy en día, el Café Tortoni es propiedad del Touring Club Argentino y continúa siendo un escenario para actuaciones de tango y jazz, presentaciones de libros y concursos de poesía. Mantiene su decoración original y ofrece una variedad de actividades culturales en su subsuelo y en otras áreas del establecimiento. El café también es recordado en el tango "Viejo Tortoni" de Héctor Negro y Eladia Blázquez.