Uno de los salones más bellos del palacio, ha permanecido prácticamente inalterado hasta nuestros días y presenta decoraciones que se remontan a la época de Carlos III. El esquema ornamental tardó unos cincuenta años en terminarse por diversas razones.

Era el lugar donde, según la costumbre imperante, el monarca se vestía delante de la corte. Su decoración, creada por Matas Gasparini, es extremadamente singular y de estilo rococó chinoi serie. La tapicería de las paredes, el suelo de mármol y el mobiliario se crearon conjuntamente. Debido a su mal estado, la seda de las paredes tuvo que ser sustituida recientemente; no obstante, los bordados se cosieron minuciosamente en el nuevo tejido.

El reloj de Pierre Jacquet Droz situado sobre la chimenea destaca por sus autómatas que bailan vestidos a la usanza del siglo XVIII, mientras un pastor sentado toca la flauta al sonar el temporizador. "Jaquet Droz A la Chaux de Fonds en Suisse" está escrito en la esfera del reloj.