La Capilla de Nuestra Señora de los Remedios, también conocida como Capilla de los Remedios, es un santuario del siglo xvi ubicado en el centro de Ourense. Destruida parcialmente a causa de un incendio en 2010, la capilla, situada junto al puente romano de la ciudad, fue declarada monumento histórico-artístico nacional por Decreto de la Jefatura del Estado el 6 de abril de 1961 y, posteriormente, Bien de Interés Cultural.
Acreedora de varios privilegios otorgados por numerosos pontífices, cada 8 de septiembre tiene lugar frente a la capilla una popular romería en honor a la Virgen de los Remedios precedida por una novena iniciada el 30 de agosto y por la Procesión de la Luz el 7 de septiembre.
El templo, de estilo renacentista, cuenta con techo a dos aguas, frontón, una espadaña de un solo vano en arco de medio punto, un rosetón decorado con un cuadrilóbulo y una imagen pétrea policromada del siglo xvi de la Virgen de los Remedios presidiendo la fachada, la cual ostenta los blasones de Francisco Méndez y su esposa María González. Sobre la puerta principal destaca una inscripción con la fecha de construcción original y la fecha en que la capilla fue reformada.
El terreno circundante, actual sede del pabellón de Os Remedios, sirvió antiguamente como recinto ferial y mercado además de ser el lugar de instalación de circos ambulantes y de celebración de corridas de toros, albergando por otro lado desde 1895 hasta 1930 la primera eléctrica orensana, fundada por el abogado e industrial Francisco Conde Balbís, aunque las instalaciones de la central no serían desmanteladas hasta mediados del siglo xx.
En interior posee planta rectangular y tres naves con una bóveda estrellada en la capilla mayor. Antes del incendio, el santuario poseía un techo de madera además de una serie de columnas cilíndricas clasicistas las cuales se salvaron de las llamas al estar realizadas en piedra. En el templo se custodiaban, entre otros, la imagen titular de la capilla así como tres retablos y la tumba realizada en mármol blanco de Francisco Méndez Montoto, fechada en el siglo XVI con una estatua orante del difunto del siglo xix sobre el sepulcro, el cual se conserva en la actualidad en un arcosolio avenerado, si bien la estatua, realizada parte en granito pulido y parte en granito irregular, fue objeto en una ocasión de un acto vandálico al ser decapitada durante el tiempo que la capilla estuvo en estado ruinoso tras el incendio.1312
La imagen de la Virgen de los Remedios consistía en una talla de vestir del siglo XIX ubicada en un retablo neogótico equipado con varias bombillas situadas a lo largo de la estructura y en el arco bajo el cual se veneraba la imagen. Así mismo, en el templo se conservaban dos retablos del siglo xvii,3 los cuales contenían un crucifijo el de la derecha (portado por el nieto del fundador el Jueves Santo de 1609) y una talla de Nuestra Señora de los Dolores el de la izquierda, además de seis exvotos; tres de ellos consistían en tablas policromadas que combinaban arte pictórico y narrativa, contando los otros tres solo con la narrativa. El primero mostraba el milagro de Emilio Muruais, estudiante de leyes que salvó su vida por intercesión de la Virgen de los Remedios tras caer al río Miño desde el puente romano en las navidades de 1842, siendo rescatado por unos pescadores después de haber permanecido cuarenta y cinco minutos en el agua; el segundo narraba la milagrosa curación en 1843 de Ramona Nóvoa, quien, deshauciada por los médicos, fue salvada por la Virgen a petición de su padre; el tercero, por su parte, mostraba la curación de otra mujer en el siglo XIX, María Rodríguez, considerada loca, quien aparecía representada orando de rodillas ante la Virgen, situada en una nube.14 Los tres últimos contaban únicamente con la narración del hecho milagroso: el primero, datado de 1843, relataba la salvación de un niño sobre cuyo vientre había pasado la rueda de un carro de bueyes el cual transportaba cuarenta arrobas de pinos, intercediendo la Virgen de los Remedios a petición del padre del pequeño y certificando posteriormente un médico que el menor no presentaba lesión alguna; el segundo, también fechado en 1843, narraba la milagrosa curación de una joven de Velle a petición de sus progenitores, quienes ofrecieron a la Virgen de los Remedios llevar a su santuario la mortaja y la cera destinadas al cadáver de su hija si esta se recuperaba; por último, el tercero relataba la salvación de José Menéndez, víctima de un derrame a quien se le había aplicado la extremaunción en mayo de 1842.
Actualmente, el templo cuenta con un nuevo techo de madera con forma de arco de medio punto y con dos imágenes frente al presbiterio y a ambos lados del mismo: una talla de Nuestra Señora de los Dolores a la izquierda y una estatua del Cristo de la Misericordia a la derecha, ambas sin retablo, además de una imagen de la Virgen de los Remedios presidiendo la capilla mayor. Del mismo modo, en el muro del evangelio destaca una gran fotografía de San Juan XXIII, mientras que en el muro de la epístola se ubica una fotografía de San Juan Pablo II.