Szent István-bazilika, también conocida como Catedral Basílica de San Esteban, es un templo católico de Budapest, la capital de Hungría, que está dedicado a San Esteban I de Hungría. Es la concatedral de la archidiócesis de Strigonia-Budapest.
La basílica, que hace las veces de catedral de Budapest, recibió la designación de "basílica menor" por parte del Papa Pío XI en 1931.
Con capacidad para 8.500 personas, es la segunda estructura religiosa más grande del país y, junto con el Parlamento de Budapest, una de las dos estructuras más altas de la ciudad (con 96 metros de altura).
Alrededor de 1851 se iniciaron las obras del proyecto; se terminó 54 años después, en 1905, y se dedicó al año siguiente. La construcción se retrasó porque había que reparar la cúpula tras su destrucción en 1868. El arquitecto principal fue el húngaro Miklós Ybl.
Hubo que construir unos cimientos de tres pisos, casi del mismo tamaño que la propia iglesia, debajo de la importante estructura, cuya fachada principal da al vecino río Danubio.
Tenía 87 m de largo y 55 m de ancho cuando se completó, y se construyó en estilo neoclásico. Dos campanarios a ambos lados de la fachada principal la rematan. La torre derecha alberga la campana más grande y pesada de Hungría, que pesa nueve toneladas; la anterior, que pesaba ocho toneladas, fue fundida durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde la cúpula se puede disfrutar de excelentes vistas panorámicas de Budapest; cuenta con 364 escaleras o acceso en ascensor hasta la cima.
Santa Destra, la mano momificada del monarca Esteban I, primer rey de Hungría y santo, es la reliquia más significativa del cristianismo húngaro y se conserva en la capilla más allá del ábside.
El interior de la basílica está profusamente decorado con pinturas, paneles de mármol y jaspe, relieves y esculturas que datan de los siglos XIX y XX. Entre las obras de arte destacan las estatuas de Alajos Stróbl y el cuadro de Gyula Benczr, "San Esteban pide a la Virgen María la protección del país".
En el interior de la iglesia se pueden escuchar conciertos de órgano gracias a su acústica.