La catedral de Huesca, construida en estilo gótico, fue iniciada a finales del siglo XIII y concluida a principios del siglo XVI. Originariamente estuvo dedicada a "Jesús Nazareno" pero es conocida popularmente como "Catedral de Santa María".
El proyecto de edificación de la catedral de Huesca se inició en tiempos de Jaime I de Aragón (1213-1276); algo tardío, si se compara con otras iglesias de la zona, que datan del románico. Esto se debe a que en Huesca se ofició el culto cristiano utilizando, hasta finales del XIII, el edificio de la antigua mezquita de la aljama.
En 1273, al ser consagrado obispo de Huesca Jaime Sarroca, sobrino del rey Jaime I,2 este monarca consideró indecorosa la celebración del culto cristiano en la antigua mezquita, por lo que en ese mismo año propuso la construcción, en el solar de la mezquita, de una catedral en el estilo gótico que predominaba en Europa. El diseño inicial proponía una construcción de tres naves, con cinco capillas en la cabecera y transepto.
Entre 1273 y 13082 se erigió la cabecera con cinco ábsides, el muro norte del crucero con una puerta de arco de medio punto y el edificio anexo, la llamada "Sacristía Vieja", que cumple las funciones de sacristía y archivo. Todo ello en estilo gótico.
Entre 1297 y 1304 se construyeron las naves laterales y las capillas en ellas integradas, cuatro en cada nave, que se entregaron a particulares "a cambio de una fuerte suma, para que las convirtieran en panteones familiares".
Entre 1327 y 13482 se levantaron las bóvedas de crucería simple de las naves laterales y se cubrieron con techumbre de madera la nave central y el transepto. A esta época pertenecen los primeros arquitectos identificados en las obras de la catedral; se trata de Juan Doncels (1328) y Guillermo Inglés (1338).
Entre la segunda mitad del siglo XIV y la primera del XV, gracias al impulso de Benedicto XIII, el Papa Luna, se levantó la torre y se inició la construcción de un claustro gótico para sustituir al antiguo románico, aunque solamente se llegó a acabar la galería sur.
A finales del siglo XV el obispo Juan de Aragón y Navarra encargó a Juan de Olozaga el recrecimiento de los muros del transepto, ábsides y nave central, y el cubrimiento de todo ello con bóvedas de crucería estrellada. Las obras finalizaron en 1511.