La Catedral de la Seo Vieja de Lleida, es el monumento más emblemático de la ciudad, se construyó en estilo románico, aunque sus bóvedas son de crucería ojival góticas. Se alza en el cerro conocido como Turó de Lleida que domina la ciudad y la comarca del Segriá.
En Cataluña la persistencia del arte románico hasta el siglo XIII produjo estructuras arquitectónicas como la catedral de Lérida. Su estilo tardorrománico, o de transición, posee las formas románicas y la monumentalidad del gótico. Sus portadas y capiteles generaron un importante taller escultórico románico conocido como la Escuela de Lleida.
El magnífico claustro, con su galería mirador sobre la ciudad, se realizó entre los siglos XIII y XIV.
La catedral fue terminada en el siglo XV con la construcción del campanario y la puerta de los Apóstoles.
En el año 1707 y dada su importante posición estratégica, la Seo Vieja se convirtió en cuartel militar, no volviendo a desempeñar funciones religiosas.
Aunque ha pasado por momentos de gran abandono, el traslado de los oficios religiosos ha permitido que se conserve el estilo original sin añadidos posteriores de otros estilos.
En el mismo lugar se asentaba la catedral paleocristiana y visigótica, que luego fue utilizada como mezquita mayor en tiempos de la ocupación musulmana y que había sido construida en el año 832.
Los condes Ramón Berenguer IV de Barcelona y Ermengol VI de Urgel conquistaron la ciudad de Lérida a los sarracenos en los años 1149, y fue el obispo Guillem Pere de Ravidats, trasladado desde la diócesis de Roda de Isábena, quien consagró la mezquita como catedral cristiana bajo la advocación de Santa María la Antigua, rigiéndose la canónica por la regla de San Agustín.
El obispo Gombau de Camporrells, después de realizar numerosas compras de terrenos y casas contiguas al templo, comenzó una nueva catedral para atender al incremento de población en aquellos años.