La Santa Iglesia Catedral-Basílica de Canarias o Catedral Basílica de Santa Ana es una catedral, sede de la Diócesis de Canarias de la Iglesia católica, que está ubicada en el casco histórico de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en el barrio de Vegueta, junto a la Plaza Mayor de Santa Ana.
Cada 26 de noviembre se celebra la fiesta de la dedicación de esta catedral. Está considerada como el monumento más importante de la arquitectura religiosa canaria.
El día 20 de abril de 1487, los Reyes Católicos manifiestan su deseo de construir una iglesia catedral en Gran Canaria para dar cumplimiento al mandato del Papa, mandato que proviene de la solicitud de Fernando Calvetos a Eugenio IV en el año 1435 para que el Obispo de Rubicón pasara a la isla de Gran Canaria.
Empezó a construirse hacia 1497 por mandato de los mismos Reyes; sin embargo, por falta de fondos se tuvieron que paralizar las obras en 1570.
La larga historia del templo hace que en él se combinen estilos tan distintos como el Gótico tardío de su interior y el Neoclásico del exterior. Su fachada es el elemento más característico.
El siglo XVII y la primera mitad del siguiente suponen un largo paréntesis, hasta que llega a Gran Canaria el racionero tinerfeño Diego Nicolás Eduardo, quien había aprendido los rudimentos de la arquitectura a su paso por Granada y Segovia. Decide entonces este religioso continuar el edificio. En vez de acudir a las pautas neoclásicas, imperantes hasta entonces, realiza la ampliación hasta la cabecera actual siguiendo las estructuras góticas, para mantener así la uniformidad de la obra.
En su interior alberga varias obras de arte, entre las que habría que destacar el Cristo de Luján Pérez, que preside la sala capitular, así como la talla de la Dolorosa de Luján Pérez.