Catedral de Teruel

La denominada Santa María de Mediavilla de Teruel es una de las construcciones más características del mudéjar en España, y una de las escasas catedrales españolas, junto con la de Tarazona, construidas en este estilo, su mayor peculiaridad. Es uno de los principales exponentes el mudéjar turolense, prueba de ello, es que cuenta con la catalogación de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Este templo tiene su origen en la iglesia de Santa María de Mediavilla, que comenzó a edificarse en estilo románico en 1171 y se concluyó con la erección de la torre mudéjar en 1257. En la segunda mitad del siglo XIII, el alarife morisco Juzaff, reestructura la antigua obra románica y dota al edificio de tres naves mudéjares de mampostería y ladrillo, que mejoran y elevan la estructura románica del siglo XII.

En el mismo estilo gótico-mudéjar, ya en el siglo XIV se sustituyeron los ábsides románicos por otros, como se puede apreciar en la cabecera de la capilla mayor. Se redujo con ello a la mitad el número de soportes, lo que dio una mayor luminosidad y espaciosidad a las naves de arcos apuntados. También los muros fueron recrecidos. En 1423, ya con el aspecto mudéjar con que, en lo fundamental, conocemos el templo actualmente, el pontífice aragonés Benedicto XIII, el llamado «Papa Luna» la elevó al rango de Colegiata.

Ya en estilo plateresco-mudéjar, fue construido en 1538 el cimborrio de la nave central, obra de Martín de Montalbán. Fue edificado de planta octogonal sobre trompas y presenta en su exterior ventanas ajimezadas con decoraciones platerescas.

Entre otros innumerables aspectos, es destacable de esta Catedral el hecho de contar con diferentes motivos decorativos a modo de representaciones geométricas, heráldicas o vegetales, entre otras.

INFORMACIÓN ADICIONAL

La catedral de Teruel está abierta durante todo el año y la tarifa general de entrada es de 6€.

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