El convento de San José es un convento de clausura de monjas carmelitas descalzas. Se trata de la primera fundación conventual llevada a cabo por Santa Teresa de Jesús, quien contó con el apoyo de importantes personalidades, como el obispo Álvaro de Mendoza.
Fue construido en el año 1562, si bien la iglesia, su elemento arquitectónico de mayor interés, comenzó a levantarse en 1607. Ésta fue diseñada por el arquitecto Francisco de Mora, quien concibió un templo de una única nave, cubierta con bóveda vaída y cúpula en el crucero. La fachada y plazoleta siguen el modelo carmelitano creado por el arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios en San Hermengildo de Madrid.
Su fachada principal, configurada en dos planos partidos, con frontón en la parte superior y pórtico de tres arcos en la inferior, fue una de las más imitadas en las construcciones religiosas del siglo XVII y fue adoptada como modelo de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo. En su interior se encuentra la capilla de los Guillamas, donde se guardan los sepulcros orantes de esta familia.
Desde el año 2005 en adelante, cada Martes Santo se presencia una imagen inédita en la puerta del Convento. La Hermandad de nazarenos de Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella de Ávila realiza la primera parada importante en su Estación de Penitencia. Gente de la Hermandad hace entrega de un ramo de flores de la Santísima Virgen de la Estrella que depositan en el torno del Convento. Existe una sana unión entre la Hermandad, perteneciente a la parroquia del Inmaculado Corazón de María, y la primera Fundación de Santa Teresa de Jesús.