La cueva de Maltravieso es una cueva situada en la ciudad de Cáceres, España, concretamente en la avenida de Cervantes, y curiosamente hoy integrada en el casco urbano de esta localidad cacereña.
Fue ocupada por el hombre en distintos momentos de la Prehistoria.
Un estudio reciente data las pinturas de manos de Maltravieso en una fecha mucho más temprana de la que se había barajado hasta ahora.
La investigación internacional liderada por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y por la Universidad de Southampton, en la que han colaborado arqueólogos españoles y que ha empleado la datación uranio-torio, ha sido publicada en la revista estadounidense Science y fija en 66 700 años la antigüedad de una de las manos de la cueva, lo que podría certificar que sus autores fueron personas de la especie Neandertal porque no hay constancia de la presencia de Homo sapiens en la península ibérica en ese momento.
Según datos existen, existieron tres momentos de uso de la cavidad: Paleolítico Inferior, Paleolítico Superior y Edad del Bronce.
El motivo más recurrente y conocido de la cueva de Maltravieso son las manos en negativo, de las que se han contado más de setenta; junto a ellas, hay también un gran número de ideomorfos; pero las investigaciones más recientes han permitido documentar representaciones pintadas parciales de un équido, un cáprido, un cérvido y un bóvido, así como otros animales grabados más difíciles de interpretar, al menos dos cápridos, un cérvido y un bóvido. Estas improntas de manos, tanto en positivo, como en negativo o mixtas, son todavía de difícil interpretación para los arqueólogos.