El dolmen del prado de Lácara es un monumento megalítico del tipo sepulcro de corredor.
Está situado al noroeste de la ciudad española de Mérida, en la provincia de Badajoz.
Se trata de un notable sepulcro megalítico, construido durante el Neolítico final, hacia el ocaso del IV milenio a. C. o inicios del III milenio a. C.
Es uno de los más monumentales conservados en el foco alentejano-extremeño, motivo por el que fue declarado bien de interés cultural en 1912 y Monumento Nacional en 1931.
El de Lácara es un dolmen del tipo más común en la comunidad extremeña, pues se trata de un sepulcro de corredor largo y bien desarrollado, el de mayores dimensiones que se ha documentado en la región.
La cámara, o estancia destinada a los enterramientos colectivos, es un espacio de planta poligonal, cercano a la forma circular, con un diámetro de cinco metros.
Está formado por siete grandes losas u ortostatos de granito hincados verticalmente, que apoyan unos sobre otros hasta llegar al central de mayor altura, que actúa a modo de clave y sostiene el entramado.
El único ortostato que permanece íntegro porque resistió la voladura con dinamita tiene 5,2 m de altura, se sitúa justo a la izquierda de la única entrada y es un buen indicador de la enorme envergadura original de este espacio monumental.