El Gran Bazar es mucho más que un mercado; es un testamento viviente de la rica historia y la evolución de Estambul. Fundado en 1461 por orden del sultán Mehmed II, fue inicialmente establecido como el "Sandal Bedesteni" o "Bazar de la Seda". Su creación marcó una nueva era en la oferta de bienes, desde tejidos hasta objetos valiosos, y se convirtió en el epicentro económico del Imperio Otomano.
Este monumental bazar se extiende por 45,000 metros cuadrados, con 36,000 metros cuadrados dedicados al comercio. Con 64 avenidas y calles, 16 patios, y más de 4,000 tiendas, es un laberinto fascinante donde los visitantes pueden perderse entre la diversidad de productos ofrecidos por más de 20,000 comerciantes.
El Gran Bazar alberga dos bedestanes, estructuras con cúpulas utilizadas para el almacenamiento de mercancías. El primero, construido en 1464, fue reconstruido en gran medida en 1864 después de un terremoto. A lo largo de los siglos, el bazar ha enfrentado más de 20 desastres, incluyendo incendios notables en 1651 y 1954, y ha experimentado mejoras y reformas, siendo la más significativa después del terremoto de 1894.
A lo largo de su historia, el Gran Bazar ha estado organizado según un sistema de gremios, donde las calles llevan el nombre del gremio que trabaja en ellas. Este sistema perduró hasta la constitución de la República de Turquía en 1923. La enseñanza artesanal basada en la relación de "aprendiz-maestro" floreció en este entorno único.
En el siglo XIX, el Gran Bazar experimentó cambios significativos con la entrada de productos textiles manufacturados desde Europa, afectando la manufactura local y artesanal. Entidades bancarias abrieron sucursales dentro del Bazar, llevando al cierre del servicio de custodia que proporcionaba seguridad a objetos valiosos.
A pesar de los desafíos, el Gran Bazar ha resistido y ha seguido evolucionando. En 1914, el municipio de Estambul compró el terreno y lo dedicó a subastas públicas, marcando un nuevo capítulo en su historia. Hoy en día, sigue siendo un símbolo de la vibrante vida comercial de Estambul y un reflejo de su pasado histórico.
Al salir del Gran Bazar, llevas contigo no solo bolsas llenas de compras, sino también una experiencia enriquecedora que te conecta con los siglos de historia y comercio. Esperamos que hayas disfrutado explorando este fascinante laberinto de cultura y tradición. ¡Hasta la próxima aventura en Estambul!