La mezquita de Solimán, también conocida como mezquita de Süleymaniye en turco, es un monumento emblemático en Estambul, Turquía, ubicado en la tercera colina de la ciudad. Hasta el año 2019, fue la mezquita más grande de Estambul, aunque ahora ha sido superada por la mezquita de Çamlıca. Aún así, sigue siendo una de las vistas más reconocibles de la ciudad.
Construida por orden del sultán Solimán I, también conocido como Solimán el Magnífico, la mezquita fue diseñada por el arquitecto imperial Mimar Sinan, quien tenía ascendencia armenia/griega o era turco ortodoxo. Los trabajos de construcción comenzaron en 1550 en el lugar donde antes se encontraba el palacio Eski Saray y se completaron en 1557.
El diseño arquitectónico de Sinan contrastaba con el de la icónica Santa Sofía, incorporando una simetría y simplicidad que destacaban su estilo único. Se cree que Sinan se inspiró en ideas de arquitectura italiana, buscando líneas simétricas y formas racionales.
La mezquita sufrió daños a lo largo de los años, incluyendo incendios y terremotos, pero ha sido restaurada en varias ocasiones. En el siglo XIX, los hermanos Gaspare y José Fossati la restauraron al estilo barroco otomano. Sin embargo, una restauración más reciente devolvió la estructura a su diseño original.
La arquitectura de la mezquita destaca por su monumental patio y sus cuatro minaretes, que simbolizan la importancia del sultán. La cúpula, con una altura de 53 metros y un diámetro de 26,5 metros, fue en su momento la más grande del imperio otomano en términos de base.
El interior de la mezquita es igualmente impresionante, con una disposición espaciosa y una decoración sutil, destacando el uso moderado de azulejos de Iznik y la artesanía en madera. Además de la mezquita en sí, el complejo incluye un hospital, escuelas, baños, una cocina pública y otros edificios religiosos y culturales.
En los terrenos de la mezquita se encuentran también varios mausoleos, donde yacen importantes figuras históricas como Solimán I, su esposa Roxelana y otros sultanes. Sinan, el arquitecto, también está enterrado en un lugar cercano.
La mezquita de Solimán es un testimonio impresionante del esplendor arquitectónico y cultural del Imperio Otomano, y sigue siendo un lugar de importancia histórica y espiritual en Estambul.