El Foro de Pompeya, al igual que en cualquier ciudad romana, fungía como el epicentro cívico y el núcleo comercial de la vida en la ciudad. Se trataba de un espacio amplio y rectangular, rodeado por tres de sus lados con columnatas, mientras que el cuarto lado estaba ocupado por el Templo de Júpiter, con diversos edificios públicos significativos en sus alrededores.

Este espacio tenía unas dimensiones de 145 metros de largo por 38 metros de ancho y estaba pavimentado con piedra. En el Foro se erigían estatuas conmemorativas del emperador, miembros de su familia y de ciudadanos locales que tuvieran cierta relevancia.

Era común observar en el Foro mesas o bancos donde los comerciantes presentaban sus productos al público. Estas se colocaban en los bordes del área libre, junto a las columnatas, y en días lluviosos se trasladaban a los corredores, pasillos techados donde la gente paseaba y realizaba negocios.

La entrada al Foro estaba marcada por una gran puerta de bronce, y dentro de este espacio no se permitía la circulación de carruajes.

Además, en el Foro se disponían tablillas públicas donde se registraban noticias relevantes de la época, como los resultados de elecciones o la programación de espectáculos. Incluso había individuos que aprovechaban este medio para expresar sus quejas o promocionar sus negocios. Por ejemplo, se podía encontrar inscripciones como: "Macerior solicita al edil que prohíba el ruido en las calles para no perturbar el sueño de las personas decentes."