El rey Fernando II donó cien maravedíes al año desde 1168 hasta 1188 para construir el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela, y la fecha de 1188 está inscrita en piedra dentro de la catedral como la fecha de su finalización. Aunque las obras del pórtico comenzaron el 1 de abril de 1188, la iglesia no fue consagrada en presencia del rey Alfonso IX hasta 1211.
El pórtico tiene pilares macizos con columnas enlazadas que sostienen tres arcos de medio punto que corresponden a las tres naves de la catedral. El arco central es el mayor (el doble que cada uno de los laterales), tiene tímpano y está separado de los demás por un parteluz en el que aparece una estatua de Santiago. La franja inferior está formada por las bases de las columnas, adornadas con fascinantes criaturas; la franja central, por las columnas que sostienen las estatuas de los Apóstoles; y la franja superior, por los arcos que coronan las tres puertas. Símbolos icónicos del Apocalipsis de San Juan y de otros libros del Antiguo Testamento pretenden estar representados en este conjunto escultórico.