Iglesia Parroquial de San Julián y Santa Basilisa en Isla, Arnuero. Una de las mejores iglesias columnarias de Cantabria.
El templo, del siglo XVI, fue restaurado en 1629 y 1685-1690. El arzobispo de Burgos, Juan Fernández de Isla, impulsó esta última obra, y Francisco del Pontón Setién, maestro de obras, colaboró con Bernabé de Hazas en el diseño.
El templo fue nombrado Bien Monumental de Relevancia Cultural el 4 de abril de 2002, y el BOC publicó la proclamación el 18 de abril.
Renovado en 2010.
La nave central es más ancha que sus tres naves de igual altura, con cuatro tramos. La cabecera poligonal y la torre cuadrangular de su base rompen el volumen exterior de las naves.
Los soportes interiores son pilares circulares con zócalo, base ática y capitel toscano, con pilastras retranqueadas como las de la iglesia parroquial de Ajo.
La nave central, el crucero y las naves laterales utilizan arcos de medio punto y apuntados, respectivamente. Estos arcos cuadrangulares tienen plafones rebajados. La mayoría de los tramos de la nave tienen bóvedas de crucería estrellada sencillas.
Merece la pena destacar sus componentes clave.
En la base de la iglesia, la torre recuerda a las torres transmeranas. Tres niveles con cornisas voladas crean su asombrosa altura. Pilastras clasicistas enmarcan los muros y vanos de sillería del piso superior. El último tramo tiene una balaustrada herreriana con remate de bola. Finalmente, una pirámide de piedra rodea la torre.
En el segundo tramo de la nave de la epístola, un magnífico arco de medio punto con frontón triangular enmarca la puerta. Los elementos barrocos complementan las ideas clasicistas.
Uno de los mejores ejemplos de arquitectura clasicista de Cantabria, esta iglesia tiene planta de salón del siglo XVII.
Retablo de la iglesia. Destaca el retablo policromado del siglo XVII. Es grande y decorativo. Su composición se adapta a la forma poligonal del ábside y presenta una triple corona o ático que sigue la línea de las tres calles dos laterales, una central y dos entrecalles organizadas en una pequeña predela y dos partes. La escultura exenta se alterna con los relieves. Destacan los relieves de la vida de la Virgen y la Última Cena, la Oración en el Huerto y la Entrada en Jerusalén de la predela.