La Iglesia de San Francisco es un templo católico del siglo xiv ubicado junto al parque de San Lázaro. Fue declarada Bien de Interés Cultural en enero de 1952 y monumento histórico-artístico nacional el 16 de febrero del mismo año, a causa de un polémico traslado a comienzos del siglo xx.
La fachada, de estilo gótico, presenta un rosetón sobre un tornalluvias y una portada con triple arquivolta centrada con dos contrafuertes y un arco trilobulado enmarcando una puerta de madera. Compuesta por pilares de fuste liso y estriado con capiteles fitomorfos, zoomorfos y antropomorfos (como atestigua la presencia de un gaiteiro), la portada ostenta un conjunto escultórico pétreo representativo de la Anunciación, el cual supone al parecer el inicio de la difusión de este tipo de temática en los templos religiosos, principalmente mendicantes y dominicos.
La iglesia, de planta de cruz latina con una sola nave y tres capillas poligonales en la cabecera cubiertas por bóvedas nervadas, posee techo de madera en la nave y el crucero, el cual ostenta arcos apuntados, mientras que los ábsides se cubren con bóveda de crucería, apoyándose los nervios en pilares adosados con capiteles.
El templo alberga una capilla mayor presidida por una talla de San Francisco de Asís abrazando a Cristo en la cruz, símbolo de la renuncia del santo al mundo material para seguir a Jesús. Bajo la imagen titular se hallan dispuestos los asientos que conforman la sillería del coro, la cual se halla fragmentada a causa del traslado del templo. La obra data del primer tercio del siglo xviii y posee reminiscencias con los trabajos del taller de Francisco de Castro Canseco. Los tableros del fondo muestran a varios mártires franciscanos así como diversas devociones de la orden (San Francisco, San Pascual Bailón, San Luis de Francia, San Luis de Anjou, etc.), mientras que las tablas principales ostentan alegorías, escudos y ornamentos en general.
En la iglesia se custodian cuatro sepulcros, todos ellos datados en el siglo xvi y de estilo plateresco y renacentista: los de Gonzalo de Puga y su mujer Teresa de Noboa, el de Juan de Noboa y el de su nieta Elvira de Noboa.