La iglesia de San Pedro es un templo católico que formó parte del convento de San Francisco de Lugo, que perteneció a la Orden Franciscana. En opinión de algunos autores, es la síntesis de la arquitectura franciscana y dominica en Galicia.
Según la tradición el convento de San Francisco de Lugo habría sido fundado por el propio San Francisco de Asís en 1214, durante su hipotética peregrinación a Santiago de Compostela.
La iglesia de San Pedro tiene planta de cruz latina, y su crucero, cubierto por un tejado a cuatro aguas que descansa sobre una estructura de madera sostenida por cuatro arcos torales, sobresale tanto en altura como en longitud, y es de un sólo tramo en cada brazo, y de cinco tramos en la nave.
La capilla Mayor está situada a los pies del templo y en su lado occidental, y hay dos contrafuertes cuadrados que la enmarcan y que frenan el empuje de la nave del templo y de la misma portada, que está realizada con sillares graníticos que terminan en un piñón a dos aguas coronado por una cruz. En el cuerpo central hay un amplio ventanal, y en el inferior está la puerta, que permite el acceso al templo. Y junto a la portada se encuentran la torre, que está a su derecha, y la capilla de la Venerable Orden Tercera, que se halla a su izquierda y cuya portada está al mismo nivel de la fachada principal de la iglesia. El conde Pedro Enríquez de Castilla dispuso en su testamento que su cadáver debería recibir sepultura en esta capilla, y ella deberían hacerle una sepultura solemne y honrada.
En la década de 1970, durante unas obras de restauración en la iglesia, se descubrió una pequeña cripta de forma hexagonal y de pequeñas dimensiones que según algunos autores debió servir para alojar provisionalmente los restos de los que posteriormente eran sepultados en la capilla mayor.
La capilla del lado del Evangelio tiene forma de pentágono, y su arco de acceso está compuesto por un arco apuntado y doblado de sección rectangular. Y en la capilla, que está cubierta por una bóveda sexpartita que descansa sobre dos arcos que se unen en su clave, hay dos ventanales góticos de forma apuntada que están situados en el tercer y cuarto lienzo mural. Esta capilla estuvo vinculada a la familia de los Bolaño, que tiene allí dos sepulcros de dos miembros de su linaje, correspondiendo uno de ellos a Pedro Fernández de Bolaño y el otro a su hermano, Rodrigo Alfonso de Saavedra.
La capilla del lado de la Epístola es casi idéntica a la capilla del lado del Evangelio, ya que su planta tiene forma de pentágono y su arco de acceso está compuesto por un arco apuntado y doblado de sección rectangular. Y en la capilla, que está cubierta por una bóveda sexpartita que descansa sobre dos arcos que se unen en su clave, hay dos ventanales góticos de forma apuntada que están situados en el tercer y cuarto lienzo mural. En el cuarto y quinto tramo mural hay dos arcosolios idénticos a los que hay en la capilla del lado del Evangelio, aunque en esta solo uno de ellos está ocupado por un sepulcro con estatua yacente en la actualidad, que es el que la mayoría de los historiadores atribuyen al conde Pedro Enríquez.