El Mercado Central de Atarazanas es un mercado municipal de la ciudad española de Málaga.
El edificio actual, obra del arquitecto Joaquín de Rucoba, se construyó entre 1876 y 1879 en el solar donde estuvo un taller naval de origen nazarí, del que sólo se conserva una puerta de mármol y de donde proviene su nombre; atarazana.
El antiguo edificio musulmán condicionó el diseño del nuevo mercado, de estilo neoárabe con elementos nazaríes y califales.
Tras distintos usos como cuartel y hospital militar, estaba casi ruinoso.
En 1822 empiezan las peticiones para demoler parte del edificio (sus torreones) porque impedían el paso por la zona. El 31 de octubre de 1840 la Diputación Provincial falla a favor del Ayuntamiento el derribo de los torreones.
En 1868, la Junta Revolucionaria decretó la demolición de los restos de las murallas para dar trabajo a las clases pobres, y la construcción de un mercado, ya que la ciudad tenía varios lugares de venta pero todos al aire libre, lo que era poco higiénico.
Tras el proceso de amortización llevado a cabo, el Ayuntamiento pasó a ser propietario del mismo, decidiéndose el levantamiento del Mercado Central de la ciudad que recibiría la denominación de Alfonso XII, también conocido como el Mercado de las Atarazanas.