La Casa de la Calle Mercado Viejo es un edificio de Ciudad Real, España. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.
Está situado en la esquina de la calle Feria con la calle Mercado Viejo, en la ciudad de Ciudad Real, Castilla-La Mancha. Es estructural y decorativamente similar a la casa de al lado, y ambas podrían considerarse representativas de la arquitectura de principios del siglo XX en Ciudad Real, a caballo entre el eclecticismo y el neohistoricismo.
El juego decorativo se centra en la bicromía entre el ladrillo rojo y la teja azulada, que es otro detalle de la arquitectura industrial con fuertes connotaciones historicistas que podría, en este caso, reflejar tradiciones islámicas. La composición general es más rica que en la otra casa porque está estructurada simétricamente con dos cuerpos de ladrillo rojo muy diferentes en las dos esquinas que conectan con otros edificios y otros dos cuerpos centrales, decorados con azulejos y separados entre sí por una pilastra angular también de ladrillo rojo en la intersección de las dos calles.
Los dos cuerpos laterales, que en principio debían ser el mismo (el de la calle Feria tiene una planta baja diferente), tienen cada uno una sencilla puerta de arco de medio punto en la planta baja, separada del primer piso por una línea de impostas geométricas. En esta planta, hay una ventana gemela de aire neomedievalista, encajada en piedra y apoyada en una decoración del mismo ladrillo pero con un juego de luces y sombras en relieve. En el primer piso se abre un ojo de buey detrás de otra imposta, y el remate final es una cornisa sobre la que descansa un arco escarzano que eleva el resto de la fachada a ambos lados. Las dos partes restantes del edificio se estructuran simétricamente en tres plantas a ambos lados de la pilastra de la esquina, esta vez sin división de impostas entre ellas.
La planta baja había sido ampliamente convertida en espacio comercial en 1991, con una decoración cerámica poco satisfactoria. El primer piso tiene un balcón corrido con dos vanos formados por arcos de medio punto con alfiz y frontón en cada frente, y el último piso está iluminado por simples ventanas. Toda la parte central del edificio está decorada con un fondo de azulejos lisos de color azul.
Fue declarado Bien de Interés Cultural el 26 de noviembre de 1991, con la categoría de monumento, en una resolución publicada el 18 de diciembre de 1991 en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.