En la plaza Miguel de Unamuno de Bilbao, se encuentra el Museo Vasco.
Según su página web informativa, "la conservación y difusión de los objetos que componen sus colecciones y que son testimonio de las formas de vida que el pueblo vasco ha ido estableciendo a lo largo de los milenios es el principio rector de su funcionamiento cultural".
La institución, originalmente conocida como Museo Arqueológico de Vizcaya y Etnográfico Vasco, recibió visitantes por primera vez el 3 de julio de 1921. Actualmente ocupa la planta baja del claustro barroco del antiguo Colegio de San Andrés, que perteneció a los jesuitas hasta su expulsión de España en 1767. La antigua iglesia del colegio de los jesuitas, los Santos Juanes, que hoy es parroquia ordinaria, contó inicialmente con el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao y de la Diputación Foral de Vizcaya.
Poco a poco, el museo fue ocupando los edificios anexos y ampliando sus colecciones, que ahora incluyen material sobre etnohistoria del País Vasco y arqueología vizcaína. En la actualidad se están renovando tanto la parte museológica como la museográfica del museo. Por su contraste con la arquitectura del edificio histórico en el que se ubica, la apertura de una nueva entrada principal a la Plaza Miguel de Unamuno marca el inicio de esta remodelación y el elemento más perceptible para los visitantes. Además de las colecciones accesibles al público en general, el museo ofrece a sus miembros el programa de Amigos del Museo, así como servicios de investigación, biblioteca y fototeca.
Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1962.
El estudio pamplonés Vallo+Irigaray fue nombrado ganador del concurso arquitectónico y museístico para la renovación del Museo Vasco del Casco Viejo el 17 de junio de 2020.
El Museo Etnográfico y el Museo Arqueológico desvelaron sus planes de renovación integral el 2 de julio de 2021, cuando se cumplen 100 años de su apertura. Asumirá la remodelación del edificio y el plan museográfico por 15 millones de euros.
Las cuatro plantas que componen las exposiciones permanentes son las siguientes:
Planta baja
Salas decoradas con lápidas y heráldica. En esta planta también se ubican una tienda y una zona destinada a exposiciones temporales. En la entrada se encuentra una escultura de Néstor Basterretxea cedida por el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
En el centro del claustro se encuentra el ídolo de Mikeldi de Durango. En 2016 se sustituyó la superficie de césped por un suelo de piedra para evitar que la escultura sufriera más daños por la humedad, y en junio de 2018 se terminó de colocar un techo de cristal que cubre el patio. El espacio más abierto del museo se utilizó para más fines como resultado de esta alteración.
En la escalera de acceso al primer nivel se encuentra una réplica de cuatro metros de altura de la cruz de Kurutziaga, cuyo original puede verse en la localidad de Durango y data del siglo XV.
planta inicial
exposiciones sobre armas de fuego, los vascos y el mar, la cultura pastoril y las artes textiles y cerámicas domésticas.
Sobre el rellano de la escalera, cuelga un retrato de Ignacio Zuloaga de tamaño considerable.
Segundo piso
salas dedicadas a la prehistoria y arqueología de Vizcaya.
Tercer piso
Un juego de bancos de madera con tapicería de terciopelo rojo de finales del siglo XVIII, cuyo diseño se atribuye a Luis Paret, que residió varios años en Bilbao tras ser desterrado de Madrid por Carlos III, se encuentra en las salas del Consulado de Bilbao, junto con otros objetos de esta institución.
En esta planta también se encuentra una gran maqueta de la provincia.