El Museo de Bellas Artes de Castellón es un edificio obra de Mansilla + Tuñón Arquitectos, que ha sido reconocido en numerosos premios de arquitectura a nivel nacional, tales como el Premio de Arquitectura FAD 2001, el Premio Obra Excelente del año 2001 concedido por Fomento de Construcciones y Contratas, y el Premio de Arquitectura 1999-2000 del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana. También ha sido finalista en el año 2001, del Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, y en ese mismo año finalista en la III Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo.
Este museo es uno de los más antiguos de la Comunidad Valencia, ya que fue fundado en el año 1845, gracias a fondos artísticos recibidos de la desamortización, al principio del siglo XIX, de conventos. En un primer momento se le denominó como Museo Provincial de Bellas Artes, este museo tuvo diferentes sedes en diferentes lugares de la ciudad, hasta que en el año 2001 se inauguró la sede actual en la Avenida Hermanos Bou.
El edificio, es un claro referente de la arquitectura contemporánea, realizado por los arquitectos Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno Mansilla. Cuenta con una infraestructura de seis salas para la exposición, una de ellas se dedica a las exposiciones temporales, también tiene una biblioteca, además de oficinas, sala de conferencias y auditorio, con el que se realizan diferentes obras culturales, como los diferentes conciertos que ofrecen, esto corresponde perfectamente a la sociedad que lo gestiona, la llamada Proyecto Cultural de Castelló, más conocida como Castelló Cultural, la cual ofrece diversas actividades culturales de toda clase, entre ellas las que se realizan en este museo.
En lo referente a los fondos que posee el museo, se compone, además de la colección de la Diputación, que antes hemos citado, depósitos de centros como el Museo del Prado, gracias también a la desamortización del mismo, así como donaciones, entre las que destaca las de Justo Bou Álvaro, Juan Bautista Porcar o la de Francisco Esteve Gálvez.
Las salas antes descritas se disponen en cuatro bloques en torno a un claustro. Las colecciones permanentes se dividen en tres grandes áreas: Arqueología-Etnología, Cerámica y Pintura-Escultura.
En el sótano se encuentra la sección de Arqueología y Etnología, con sus propios recorridos, se divide asimismo en cinco ejes expositivos: el arte y la comunicación, mostrando la importancia de la comunicación en las sociedades humanas, destacando el arte, dónde destaca la muestra de arte rupestre Levantino; los artes de la subsistencia, que nos muestra la forma de vida desde los primeros pobladores de las tierras de Castellón; los productores de alimentos, englobada en la etnología de las tierras castellonenses; la tecnología y el cambio cultural y las sociedades urbanas, estos dos últimos ejes se dedican a explicarnos la evolución etnológica en el territorio, desde la prehistoria hasta nuestros días.
En la planta baja y la primera planta se encuentra la colección más importante, que consiste en cerámica tradicional valenciana de los siglos XV al XIX, se exponen más de 800 piezas, de diversos lugares, pertenecientes todas ellas del legado de Francisco Esteve Gálvez. En la segunda planta está la pintura y escultura, casi todas las obras procedentes de la desamortización, en la tercera, en cambio se encuentran las obras de los artistas vinculados a la Diputación de Castellón, como son Gabriel Puig Roda, Francisco Viciano, Francisco Gimeno Baron o Juan Bautista Porcar Ripollés, entre otros, así como otros artistas de renombre castellonenses.