En la ciudad española de Soria existe una estructura llamada Palacio de la Antigua Audiencia Provincial. Está reconocido como un tesoro cultural y se encuentra en la plaza central. En su día fue la sede del Ayuntamiento de Soria y ahora es un centro cultural.
En el emplazamiento de un antiguo palacio renacentista, la casa del marqués de Velamazán, se construyeron en el siglo XVIII el Ayuntamiento y la cárcel de Soria, inicialmente según los diseños del arquitecto Antonio Serrano y luego los de Domingo Ondátegui y José Oaederra. A lo largo de los años sirvió como Casa de los Linajes y, durante un breve periodo, como sede de la Audiencia Provincial. Finalmente, en 1986, fue objeto de una remodelación integral para su actual función de centro cultural al trasladarse el auditorio a otro edificio de la ciudad de Soria. Además del teatro, actualmente cuenta con dos salas de exposiciones y dos salas de reuniones repartidas en sus tres plantas.
Tiene dos fachadas, la oriental de dos plantas que se abre a la Plaza Mayor. El nivel inferior tiene una columnata con cinco arcos de medio punto, de los que el central destaca por su mayor altura y anchura, lo que confiere a la estructura cierta simetría. En el primer nivel se encuentra un balcón corrido con ocho vanos. Los remates de los balcones están rematados con frontones rectos. Un gran reloj con un juego de campanas de metal forjado, construido en 1862, marca la conclusión de la fachada que da a la Plaza Mayor. Se trata del antiguo reloj que se trajo al palacio en 1862 junto con las campanas que se conservan en el campanario superior de la iglesia de Nuestra Señora de la Mayor.
Tras un pequeño retranqueo en la planta baja, esta fachada se prolonga por la calle Pósito, que igualmente tiene dos plantas. En la planta baja se encuentran dos entradas, una con arco de medio punto y otra adintelada. En el piso superior se encuentran de nuevo cinco ventanas balconeras, pero esta vez se han incorporado al muro alféizares individuales de hierro forjado. Además, en la planta baja hay seis pequeñas ventanas en dos niveles distintos.
La fachada se abre a la calle Sorovega en dirección perpendicular al norte. Seis pequeñas aberturas con una densa rejilla de hierro forjado están repartidas en dos niveles y están separadas por un arco de medio punto en la planta baja. Estas aluden a la anterior función del palacio como cárcel. Cinco balcones con parapetos de rejilla forjada se abren a esta calle en el primer nivel; cuatro de ellos tienen parapetos que se extienden hacia el exterior, y el quinto tiene un parapeto empotrado en el muro.
Salvo una pequeña pieza en la última planta del último tramo hacia la calle Pósito, que está enfoscada y pintada, las fachadas del edificio están todas construidas con mampostería de piedra caliza vista. Toda la cubierta del edificio está construida con teja árabe, que desagua a la calle o a patios interiores.
Mediante acuerdo publicado el 26 de agosto de 2021 en el Boletín Oficial del Estado, fue designado Monumento el 29 de julio de 2021, convirtiéndose en Bien de Interés Cultural.