El Palacio de Miramar (o Palacio Municipal de Miramar o Palacio Real) en San Sebastián, Gipuzkoa, España, es un palacio de estilo inglés. Fue diseñado por el arquitecto inglés Ralph Selden Wornum en 1889 y encargado por la Casa Real española, que hizo que José Goicoa lo construyera en 1893. Su posición privilegiada, con vistas a la bahía de la Concha, es sin duda el mejor lugar para disfrutar de las vistas de la ciudad.
Isabel II, a partir de mediados del siglo XIX, estableció una residencia de verano en San Sebastián para poder disfrutar de la proximidad de la ciudad al mar Cantábrico. Se inició así una relación con la ciudad que se vería favorecida por la reina Mara Cristina, esposa de Alfonso XII, quien, al enviudar, decidió trasladar las vacaciones de la Corte a San Sebastián, determinando así el destino turístico de la ciudad. La reina María Cristina encargó al arquitecto inglés Selden Wornum la construcción de una Real Casa de Campo para que la familia real la ocupara durante sus vacaciones de verano. La Reina obtuvo del Conde de Moriana la gran finca frente a la Bahía de la Concha y allí construyó su palacio. Anteriormente fue el lugar donde se encontraba el Monasterio de San Sebastián El Antiguo, que había estado abandonado durante siglos. La iglesia de El Antiguo, que estaba situada en una propiedad estatal contigua y tuvo que ser trasladada, y algunas propiedades adicionales más pequeñas fueron adquiridas para ampliar la finca. Aunque la construcción del palacio finalizó en 1893, en 1920 se construyó una nueva estructura, el Pabellón del Príncipe. Para dar cabida a los tranvías de la Compañía de Tranvías de San Sebastián y a la carretera que atraviesan los jardines del palacio, se construyó un falso túnel durante la construcción del palacio.
Tras la muerte de la reina María Cristina en 1929, la finca pasó a manos del rey Alfonso XIII, quien la hizo expropiar por el Estado en 1931 con el inicio de la Segunda República. En 1933, fue cedida al Ayuntamiento de San Sebastián con la condición de que se utilizara como residencia de verano del Presidente de la República y que parte de sus instalaciones se destinaran a fines educativos y culturales.
Tras la caída del régimen franquista y su posterior retorno a la Casa Real española, el palacio quedó en manos de los hijos de Alfonso XIII, y más concretamente de Juan de Borbón. En 1958, el condominio sobre el palacio quedó formalmente extinguido. Don Juan conservó así el palacio y sus alrededores inmediatos, dividiendo una parcela de 1.000 m2 que fue subastada en 1963. Los hermanos de Don Juan compraron la parte restante del terreno en 1963 y la dividieron en dos lotes edificables de 10.000 y 37.000 metros cuadrados.
El tamaño original de la finca era de unos 80.000 metros cuadrados, pero tras la disolución del condominio, se redujo a 34.136 metros cuadrados y fue adquirido a Don Juan por el Ayuntamiento de San Sebastián en 1972. Por ello, el antiguo Palacio Real de Miramar se conoce ahora como Palacio Municipal.
A partir de ahora, los visitantes pueden recorrer los jardines y terrenos del palacio en horario de apertura. Este edificio es el centro administrativo de las Jornadas de Verano de la Universidad del País Vasco. Antiguamente era la sede de Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco, pero dejó de funcionar al finalizar el curso 2015-2016.
El Palacio de Miramar fue construido con un diseño auténticamente inglés y con florituras neogóticas. El Salón Blanco, el Salón de la Música, el Salón de la Madera, el Petit Salón, la Biblioteca y el Comedor Real son algunos de los opulentos espacios interiores que se han conservado en su disposición original. Desde que el Ayuntamiento compró el palacio, éste ha sido objeto de una serie de reformas que lo han hecho más utilizable, aunque todavía bastante deteriorado. En 2001, la construcción se detuvo para construir escuelas para Musikene, que da nombre al lugar. A continuación, en 2007, se renovó la torre de la estructura.
Sin embargo, el exterior del palacio se ha conservado y es habitual que se celebren en él festivales, especialmente los relacionados con el Festival de Cine de San Sebastián, en medio de sus jardines y zonas nobles.