Antigua casa señorial del siglo XVIII y estilo neoclásico, el Palacio Savassona es el inmueble en el que reside la sede el Ateneo Barcelonés. Figura en el registro de Bienes Culturales de Interés Nacional del patrimonio catalán y también fue declarado monumento histórico-artístico en 1981.
Para accceder al edificio se debe entrar por la calle de la Canuda, desde una entrada para carruajes, actualmente destinada a proyectos expositivos. Inicialmente formaba parte de un patio a cuerpo descubierto, actualmente cubierto mediante un lucernario. En el lateral derecho hay una escala noble, que permitía a los antiguos inquilinos del palacio acceder a la primera planta. Cuando el Ateneo adquirió el edificio, Josep Maria Jujol abrió un acceso desde la escalera al entresuelo. Como curiosidad, del mismo arquitecto es el ascensor modernista, uno de los primeros instalados en Barcelona, que todavía conserva su aspecto original. También en la planta baja se ubica la llamada Sala Verdaguer, un pequeño salón de actos que anteriormente se usó como gimnasio y zona deportiva para los socios del Ateneo.
La actividad social del Ateneo se desarrolla esencialmente en el entresuelo del edificio, pues aquí se encuentran las salas de conversación, la sala de juntas, el bar y los jardines.
Las salas de conversación han albergado las históricas tertulias de la entidad. Excepto la renovada sala Joaquim Borralleras, el resto conserva su aspecto tradicional, destacando las columnas y cristaleras, diseñadas por Jujol.
En la parte posterior del entresuelo se encuentra el jardín de estilo romántico, formado por varios parterres geométricos. Está presidido por un estanque con una pequeña fuente, donde anualmente se recrea la tradición del «L'ou com balla». Entre la vegetación destacan las palmeras centenarias, limoneros y nísperos y cintas. En las paredes del patio se exhibe una escultura de Manuel Cusachs y unas figuras de terracota atribuidas a Ramón Padró.
Cuando llegamos a la primera planta podemos observar lo que fue la planta noble de la antigua residencia, que albergaba las principales habitaciones del palacio: el gran salón, la alcoba, el despacho del barón, el comedor, el salón de baile, etc.19 En la actualidad la primera planta está ocupada por la biblioteca del Ateneo Barcelonés,considerada la biblioteca privada más importante de Cataluña, con cerca de 300.000 volúmenes y 1.800 títulos de revistas.
Todos los techos de la primera planta están decorados. Destacan especialmente las pinturas murales de Francisco Pla, «El Vigatá», del siglo XVIII, que se conservan en cinco salas (una recuperada tras la restauración de 2007). Todas ellas son pinturas al temple que versan sobre temas mitológicos. Otros cuatro techos son artesonados, fruto de la redecoración de Elías Rogent en el siglo XIX. El resto de techos de la biblioteca tienen pinturas modernistas y de temática pompeyana, correspondientes a la rehabilitación de Font y Jujol en 1906. En la entrada de la biblioteca destaca el mural «La porta dels lectors» de Frederic Amat, instalado tras la rehabilitación de 2007.
Al llegar a la segunda planta nos adentramos en la más alta de la construcción original y estaba destinada al servicio. Alberga la Sala de actos Oriol Bohigas, construida en 1968 y reformada integralmente en 2010, y la Sala Pompeu Fabra, para eventos de dimensiones menores.
La plantas 3, 4 y 5 son fruto de una remonta construida por Joan Bassegoda en los años 1960. Están destinadas a las aulas de la Escuela de Escritura del Ateneo. En la quinta planta tienen su sede tres asociaciones de escritores: la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña y el PEN Catalán.