El puente de Ourense conocido como indistintamente como Ponte Romana, Ponte Vella o Puente Mayor, sobre el río Miño, fue construido en siglo I d. C. dentro de un ramal de la vía Vía Nova.
La situación estratégica del mismo como nudo de comunicaciones en el centro de la entonces provincia de Gallaecia no hizo sino aumentar durante los siglos posteriores contribuyendo al desarrollo de la ciudad de Orense.
Durante el siglo XII el arco principal del puente cedió dando lugar a una serie de interminables reparaciones y derrumbes que no finalizaron hasta que en el siglo XVII.
La reforma final, dirigida por Melchor de Velasco Agüero, dio al puente su aspecto actual, indiscutiblemente medieval a pesar de que se mantengan elementos romanos originales, como son los arcos de inicio del mismo.
La apertura de la carretera Villacastín-Vigo supuso el derribo de la torre existente en el puente que figura en el escudo de la ciudad.
Fue declarado monumento histórico en 1961 junto con la Capilla de los Remedios, situada al lado del puente.