Es el más grande de los tres portales y está dedicado a Jesús. Está construido con muros inclinados que se extienden desde las puertas hasta las columnas entre las arquivoltas, que nacen de los capiteles de estas últimas. La arquivolta central se organiza alrededor de un arco con cinco lóbulos que la guía y termina en el ventanal del tímpano central. Los muros presentan acanaladuras y seis aristas que surgen de un banco de tierra, interrumpidas por pedestales con esculpidos de plantas y aves domésticas. En estos pedestales se encuentran nichos que albergan las estatuas de las adoraciones y el Nacimiento coronando el parteluz. El pórtico presenta una serie de escenas sobre el nacimiento de Jesús: la Anunciación, la Coronación de María, la Adoración de los Reyes y la Adoración de los pastores, estas últimas obras de Ros i Bofarull en 1981-1982. También se representan la estrella de Belén y los signos del Zodíaco, dispuestos como en la noche del nacimiento de Jesús (Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo y Virgo), así como ángeles músicos con instrumentos clásicos (arpa, fagot y violín) y populares (guitarra, pandereta y gaita), junto con las 59 cuentas del rosario que rodean el ventanal. En el dintel de las puertas se inscribe "Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis". También se aprecian varias representaciones de plantas.
La puerta de Jesús se separa con un parteluz que presenta el árbol de Jesé, detallando la genealogía de Cristo. En la base está la serpiente mordiendo la manzana, símbolo del pecado original, protegida por una reja cilíndrica de hierro forjado en la parte inferior de la columna, obra del herrero Joan Oñós. Sobre el capitel se encuentra la escena del Nacimiento, una obra de Jaume Busquets (1958), acompañada por un Coro de ángeles niños (creado por Etsuro Sotoo en 2000) sosteniendo filacterias con la inscripción "Jesus est natus. Venite, adoremus", mientras los pájaros se dirigen a la cuna, como en el villancico popular catalán "El cant dels ocells" (El canto de los pájaros).
El portal culmina con el Árbol de la Vida, símbolo del triunfo de la vida y el legado de Jesús. Aquí encontramos el anagrama de Jesús con las letras JHS (de Jesuchristus o de Jesus Hominum Salvator, Jesús Salvador de la Humanidad), en una cruz griega, con las letras alfa y omega representando el principio y el fin. Rodeándolo hay ángeles incensarios y portadores del pan y el vino, símbolos de la Eucaristía. Encima del anagrama se sitúa una familia de pelícanos, un ave que simboliza también la Eucaristía, con un huevo que representa el origen y la plenitud de la vida y la naturaleza. Ascendiendo, dos escaleras simbolizan la ascensión a Dios, y un ciprés representa la vida eterna, con un grupo de palomas que simbolizan a los fieles que se acercan a Dios. Finalmente, hay una representación de la Santísima Trinidad, con la letra griega tau, inicial del nombre de Dios en griego (Theos), la X de Jesús (por la letra griega ji, inicial de Cristo en griego) y la paloma del Espíritu Santo.