El Portillo de la Lealtad es un acceso al primer recinto amurallado de la ciudad de Zamora.
El portillo se sitúa entre la iglesia de San Isidoro y la Catedral.
Se encuentra en perfecto estado de conservación y de higiene, así como de decoración, pues está rodeado de abundante vegetación que hace más romántico si cabe un lugar con tanta historia.
La importancia de este elemento arquitectónico radica en que las crónicas cuentan que por él entró Vellido Dolfos, un noble leonés del siglo XI, siendo perseguido por el Cid. Este le perseguía por haber asesinado a Sancho II de Castilla, que se encontraba al mando de las huestes que asediaban la ciudad, que mantenía su fidelidad al Reino de León.
Los historiadores no están de acuerdo en torno a la existencia de este hecho. Un grupo de profesionales afirman que sí, que está reflejado en las crónicas y que por tanto no admite discusión. Sin embargo, otros afirman que el rey fue abatido por un soldado anónimo que ni siquiera sabía que estaba cometiendo un regicidio. En cualquier caso, la tradición castellana recoge este hecho a través de diversos cantares de gesta y romances.
El Portillo de la Lealtad tuvo originalmente el nombre de Puerta de la Traición, que mantuvo hasta el 22 de diciembre de 2010, momento en el que se formaliza institucionalmente un acto de redenominación presidido por la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, en el que se realiza la lectura de un texto de desagravio contra Vellido Dolfos, ensalzando su figura, y descubriendo una placa oficializando el cambio.