Popularmente conocido como La Sartén o Los Redondeles, el Recinto Ferial de Albacete es una monumental macroedificación ferial permanente construida en 1783, única en el mundo, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. Es el máximo exponente de la arquitectura popular manchega y el símbolo más visible de la ciudad.
Junto a los Ejidos de la Feria, el paseo de la Feria o la plaza de toros, alberga, del 7 al 17 de septiembre, la famosa Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional. Desde su inauguración ha sido objeto de numerosas ampliaciones y reformas.
Arquitectónicamente es una obra singular y única en España. Situado en un vasto espacio triangular en la zona centro de la urbe manchega, tiene forma de sartén, con el cuerpo, circular y de gran radio, al oeste, y el rabo, alargado y de gran anchura, al este. Su fábrica es de muros de tapial caleados. La monumental puerta principal –la Puerta de Hierros– tiene unas dimensiones de 36 metros de largo por 25 metros de altura, es de ladrillo y sirve de entrada en el rabo de la sartén. El edificio, unitario, posee cubiertas de teja y poca altura a excepción de su puerta principal y algunos de sus elementos interiores.
Este recinto tiene una gran importancia en lo que refiere a la vida de la ciudad, puesto que en él se celebran festividades como la Feria de Albacete, la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Llanos, la celebración de una misa al aire libre en el Recinto Ferial, las Fiestas de San Juan y el Mercado al aire libre de Los Invasores.
Como peculiaridad, destacar que su interior solo puede ser visitado durante la celebración de la Feria de Albacete o durante la celebración de algunas de las festividades mencionadas previamente.