En la ciudad española de Guadalajara se alza un templo católico dedicado a San Ginés que fue construido en el siglo XVII. La Plaza de Santo Domingo, actual plaza principal de la ciudad, fue en su día la plaza del mercado y estaba situada al sur de la antigua ciudad.
Frente a la actual Diputación Provincial, en la Plaza de Moreno, se encontraba la antigua iglesia parroquial de San Ginés. Tras trasladarse desde la cercana aldea de Benalaque en 1555, el monasterio de Santo Domingo (ya desaparecido) utilizó la iglesia parroquial existente como templo.
En 1561, cuando se encargó a la orden de los dominicos la construcción de una gran iglesia, se iniciaron las obras. Aunque el arzobispo Bartolomé de Carranza donó 1.000 ducados para el proyecto, los objetivos originales nunca se hicieron realidad. Por eso, la iglesia actual es sólo la mitad de grande de lo que debía ser.
La fachada de San Ginés debía ser del tipo "tapiz" o "retablo", con dos grandes contrafuertes y campanas en la parte superior, y un gran arco para la puerta de entrada, como Santo Tomás en vila o San Esteban en Salamanca.
La puerta de la fachada de piedra maciza está flanqueada por dos grandes contrafuertes rematados por campanarios. El escudo de la Orden de los Dominicos se encuentra sobre el rosetón de la nave del edificio.
Para colmo de males, el frontón estaba decorado a medias, con grotescos sólo en la rosca del arco y el plafón, encima de los contrafuertes y alrededor de la ventana del coro. El interior de la iglesia se completó con una decoración manierista de yeso en el crucero, una capilla lateral decorada con lunetos y una capilla principal más pequeña de forma trapezoidal con bóveda de cañón.
En el interior destacan cuatro piezas de escultura funeraria: las estatuas orantes de Pedro Hurtado de Mendoza, séptimo hijo del marqués de Santillana, y su esposa Juana de Valencia, que fueron trasladadas desde el abandonado convento de Benalaque; los sepulcros de los primeros condes de Tendilla, Iñigo López de Mendoza y Elvira de Quiñones, del siglo XV, que fueron trasladados aquí en el año 19.