La Real Colegiata Basílica de San Isidoro o, simplemente, San Isidoro de León, es un templo cristiano ubicado en la ciudad de León.
Es uno de los conjuntos arquitectónicos de estilo románico más destacados de España, por su historia, arquitectura, escultura, y por los objetos suntuarios románicos que se han podido conservar.
Presenta la particularidad de tener un Panteón Real ubicado a los pies de la iglesia, con pintura mural románica y capiteles originales, todo lo cual hace que sea pieza única del mundo románico de la época.
El conjunto fue construido y engrandecido durante los siglos XI y XII.
En su origen fue un monasterio dedicado a San Pelayo, aunque se supone que anteriormente se asentaba en sus cimientos un templo romano. Con el traslado de los restos de San Isidoro, obispo de Sevilla, Doctor de las Españas a León, se cambió la titularidad del templo.
El edificio de la iglesia conserva algunos vestigios románicos de la primera construcción de Fernando I y Sancha. El Panteón y las dos puertas de su fachada sur, llamadas Puerta del Cordero y Puerta del Perdón, más la Puerta Norte o Capitular, son las primeras manifestaciones del arte románico en los territorios leoneses. Con el transcurso del tiempo se hicieron modificaciones y añadidos góticos, renacentistas y barrocos.
La iglesia y monasterio de lo que hoy se conoce como Basílica de San Isidoro tuvo sus orígenes hacia el año 956, un solar aledaño a la muralla romana de la Legio VII Gemina, por la parte del noroeste. Toda la parte occidental del edificio está adosada y superpuesta a ella. Se conservan en buen estado por este ángulo del noroeste bastantes metros de dicha fortaleza.
También se han podido detectar bajo los edificios de la Colegiata, y tras las obras de restauración, importantes vestigios romanos: gruesos muros de ladrillo, alcantarillas, cerámica, tégulas, atarjeas de letrinas (conducto por donde las aguas de la casa van al sumidero), con el sello de la Legio VII.
Del periodo visigodo no queda ni un resto y del periodo árabe, tampoco, ni de los primeros tiempos de la Reconquista.
Las primeras referencias en crónicas y documentos aparecen a mediados del siglo X, dando noticia de las iglesias de San Juan y San Pelayo, que por estas fechas empiezan a desarrollarse.
El rey Sancho I de León (Sancho el Craso) quiso que se edificara esta iglesia.
A lo largo de los siglos y hasta llegar al siglo XXI fue transformándose física y espiritualmente sufriendo épocas de gran esplendor y épocas de auténtica decadencia. He aquí las distintas fases por las que pasó; son fases con mucha carga histórica en las que se hizo notar en gran medida la influencia de los sucesivos reyes y su entorno familiar.