La iglesia de San Miguel es un templo de culto católico, de estilo tardorrománico y protogótico, situado a orillas del río Carrión. Lo más característico del edificio es su torre de grandes ventanales calados y un remate de almenas que le dan apariencia de fortaleza, siendo una de las imágenes emblemáticas de la ciudad. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en el año 1931, y Bien de Interés Cultural en 1992.
Siguiendo la tradición legendaria, se debe destacar que se afirma que en esta iglesia se casaron el héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, y su esposa doña Jimena, aun cuando no hay confirmación histórica que confirme este hecho.
Por otra parte, durante siglos fue el límite sur de la ciudad de Palencia, siendo una de las principales parroquias de la ciudad. Como consecuencia del terremoto de Lisboa en 1755, se tuvo que reforzar la torre ante el riesgo de derrumbe. La torre iba a ser más alta, pero, debido a las constantes invasiones y saqueos que sufría Palencia, se optó por aprovechar lo que iban a ser los arranques de las ventanas del cuerpo superior como almenas y realizar así guardias.
En los alrededores de esta iglesia tienen lugar dos celebraciones muy populares en la ciudad: El Bautizo del Niño, que se celebra el 1 de enero y es fiesta de Interés Turístico Regional y la tradicional bendición de los animales el día de san Antón.
Nos enmarcamos ahora en el análisis de su estructura, que está orientada hacia el río y es de sección cuadrangular. En la parte baja de la misma, una puerta tardorrománica de medio punto, surcada por desgastadas aunque hermosas arquivoltas permite el acceso al interior del templo. Dos contrafuertes ascienden por el muro hasta la mitad de la torre enmarcando un ventanal que muestra un trazado gótico.
Más arriba se abren dos troneras levemente apuntadas, y más arriba, en un cuerpo separado por una imposta, un ventanal con finos maineles que dibujan en su remate una tracería calada; el mismo motivo se repite en cada una de las caras de la torre, aunque con variantes, pues mientras que los que miran al sur, este y norte (este último de menor tamaño) presentan un mainel que divide el vano en dos, el del oeste tiene dos maineles y una tracería con diseño más complejo. Para rematar, una moldura decorada con canes decora el extremo de la cornisa, por debajo de las características almenas que le confieren su aspecto medieval.
En la parte norte de la torre se encuentra adosada una torrecilla dodecagonal, almenada también, con función de husillo de acceso al campanario y la terraza superior.