La iglesia de San Pedro de Teruel es una iglesia del siglo XIV perteneciente a la arquitectura mudéjar de Aragón, declarada Patrimonio de la Humanidad. Su campanario, la torre de San Pedro, es el ejemplo más antiguo del mudéjar turolense y data del siglo XIII. El interior del templo fue decorado entre 1896 y 1902 en estilo modernista neomudéjar por Pablo Monguió Segura y el artista plástico Salvador Gisbert, que erigieron, además, un nuevo claustro. En una de sus capillas laterales yacieron los Amantes de Teruel. Desde 2005 se visita, en el Mausoleo de los Amantes, un espacio museístico construido anexo a la iglesia.
En 1220 dos discípulos de San Francisco de Asís, Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato, fundaron en Teruel un convento franciscano cuya ermita de San Bartolomé fue derribada por orden del arzobispo de Zaragoza García Fernández de Heredia, para iniciar en 1392 la construcción de la iglesia que hoy se contempla.
En 1555 se descubrieron las momias de Los Amantes de Teruel en el subsuelo de una de las capillas laterales, que a partir de ese momento estaría dedicada a capilla de Los Amantes. En ella se alojó un retablo dedicado a San Cosme y San Damián esculpido por Gabriel Joli, artífice del retablo de la catedral turolense, antes de 1537.
La iglesia consta de una elevada nave única de cinco tramos con capillas laterales entre los contrafuertes, ábside poligonal y coro alto a los pies. Se cubre con bóvedas de crucería sencilla reforzadas por arcos fajones apuntados y transmite una gran sensación de unidad y amplitud.
En el hastial occidental del templo se abre un gran rosetón en la zona superior y la portada principal en la zona inferior, abierta por medio de un arco deprimido rectilíneo enmarcado por arquivoltas apuntadas y abocinadas rematadas por un gablete y flanqueadas por pináculos, mientras que la portada secundaria se localiza en el muro de la Epístola y es de estructura similar a la descrita, pero de menores proporciones.
En su construcción intervinieron Conrat Rey y Gonzalvo de Vilbo, maestros que trabajaban habitualmente para la familia Fernández de Heredia.