El teatro romano de Cartagena es un teatro de época romana, construido entre los años 5 y 1 a. C. en la ciudad de Carthago Nova, actual Cartagena.
Tenía capacidad para unos 7000 espectadores, y estuvo en uso hasta el siglo III, a partir del cual se superpusieron varias edificaciones.
En 1988 fue descubierto por el arqueólogo de la Universidad de Murcia Sebastián Ramallo Asensio y las excavaciones dirigidas por él lograron exhumarlo para poder ser visitado en el marco del Museo del Teatro Romano.
El teatro romano fue construido en tiempos del emperador Augusto. En el 44 a. C. la ciudad había sido elevada al rango de colonia romana, y poco después, el emperador Augusto se lanzó a un ambicioso plan de romanización y urbanización de la ciudad.
La ciudad ya contaba con un gran anfiteatro, de época republicana, y ahora el emperador la dota de un gran foro y un teatro de grandes dimensiones.
El teatro fue dedicado a Lucio y Cayo César, príncipes de la juventud y nietos de Octavio Augusto, cuyos nombres aparecen en dos grandes dinteles de mármol gris situados sobre los accesos oriental y occidental del teatro. Por esta razón, se sabe que fue construido entre los años 5 y 1 a. C.
Fue construido con diversos materiales: calizas y mármoles del Cabezo Gordo (Torre-Pacheco), areniscas de las canteras locales, y, destacan las columnas realizadas en travertino rojo de Mula, y muy especialmente toda la ornamentación escultórica del teatro que fue realizada en mármol pentélico blanco procedente de Grecia y muy posiblemente tallados en talleres imperiales en la propia Roma e importados expresamente a la ciudad para la construcción del teatro.