La arquitectura gótico-civil española tiene su máximo exponente en la Torre de Juan II, erigida entre 1440 y 1465.
Al igual que la Bastilla o la Torre de Londres, esta torre fue cárcel de Estado y símbolo del máximo poder de la monarquía hispánica, albergando en el recinto más vigilado de la fortaleza a una singular nómina de notables reclusos.
Se asienta sobre una torre del siglo XIII con una ventana mudéjar de influencia almohade. Tres impostas separan su torre de 80 metros en tres niveles.
Tiene almenas con escudos castellanos y esgrafiados circulares.
152 escaleras de caracol conducen a la cima. Las espectaculares vistas de 360o de la ciudad y su entorno natural desde lo alto hacen que el esfuerzo merezca la pena: una hermosa panorámica del casco antiguo de Segovia, el Santuario de la Fuencisla, construido junto a unas rocas en la parte baja de la ciudad; el cementerio judío, conservado junto a la antigua judería; la Iglesia de la Vera Cruz, antigua iglesia templaria de curiosa planta dodecagonal; el Monasterio de El Parral y los barrios de San Marc.