La decoración mudéjar original sigue presente en la puerta que da acceso a la Sala de la Chimenea. Un marco octogonal tallado en 1456 y comparable al destruido por el incendio cierra el espacio. Un gran friso de yeso que se encuentra debajo ha conservado su diseño original a pesar de la devastación del incendio.
Los tronos tras el baldaquino, que lucen el escudo de los Reyes Católicos y el lema "Tanto monta", son de la primera década del siglo XX. En las paredes se exhiben los retratos de los propios reyes, que forman parte de la iconografía de reyes que encargó la reina Isabel II. Madrazo y Montaés firmaron los retratos de la reina Isabel y de don Fernando, respectivamente.
Enrique IV de Castilla aparece en la vidriera, obra del artesano segoviano Carlos Muoz de Pablos, autor también de las vidrieras de las demás salas.