Pompeya es la única ciudad antigua cuya disposición geográfica se conoce de manera precisa y sin alteraciones posteriores. Su trazado no seguía una estructura regular típica de las ciudades romanas debido a las características irregulares del terreno. No obstante, sus calles eran rectas y formaban una cuadrícula siguiendo el estilo romano tradicional, con su vía principal (cardo) y dos vías transversales (decumanos). El sector suroeste, por otro lado, mostraba un diseño más irregular y constituía el núcleo original del asentamiento osco. A lo largo del tiempo, se realizaron diversas ampliaciones con trazados más regulares. El trazado de las murallas ya estaba establecido en el siglo VI a.C. y, muy probablemente, el de las calles principales. Sin embargo, incluso en el año 79 d.C., había áreas en la ciudad, especialmente en el sector oriental, que permanecían sin urbanizar, incluyendo descampados y zonas de cultivo, lo que indica que la densidad de población intramuros nunca fue muy alta.

Los nombres actuales de las calles y puertas de la ciudad en su mayoría se remontan a los siglos XVIII y XIX, ya que no se han conservado los nombres originales, si es que los tuvieron en la época romana. Según una inscripción, la actual Via Stabiana probablemente se llamaba Via Pompeiana. La misma inscripción hace referencia a una Via Iovia y Via Dequviaris que aún no han sido identificadas. En cuanto a las puertas, la actual Porta Herculanensis, conocida como la Puerta de Herculano, llevaba el nombre de Porta Salis o Saliniensis, la Puerta de la Sal, en referencia a las salinas cercanas a la puerta. La Porta Marina, Puerta del Mar, probablemente se llamaba Porta Forensis, Puerta del Foro, por su proximidad al foro de la ciudad.

Hoy en día, para localizar los edificios en el plano de la ciudad se utiliza un sistema desarrollado por Giuseppe Fiorelli. Este sistema dividió Pompeya en nueve regiones, y asignó un número identificativo a cada manzana y, dentro de cada manzana, a cada puerta.