El Coliseo disponía de una cubierta desplegable que podía ser operada mediante un sistema de poleas. Inicialmente, esta cubierta estaba confeccionada con tela de vela, pero más tarde se reemplazó por lino, que era más ligero. La estructura de soporte para esta cubierta estaba compuesta por una red de cuerdas cuyos detalles exactos son en gran parte desconocidos. Cada sección de tela podía ser movida de forma independiente de las demás, y su funcionamiento estaba a cargo de una unidad de marineros pertenecientes a la flota romana.
En la parte superior de la fachada se han identificado los espacios donde se ubicaban los 250 mástiles de madera que sostenían los cables. Al parecer, las cuerdas se fijaban en el suelo, evitando así que los mástiles soportaran un exceso de peso. Para este propósito, se disponía de un anillo concéntrico de piedras o cipos situados a una distancia de 18 metros desde la fachada en la explanada exterior. Estos elementos también desempeñaban un papel en el control de la multitud para evitar aglomeraciones. La zona entre la fachada y los cipos estaba pavimentada con travertino.