La Piazza San Marco es la plaza más destacada de Venecia y un punto de interés turístico principal, frecuentado por numerosos fotógrafos y visitantes. La extensión que se extiende desde la plaza hasta la cuenca de San Marcos se conoce como Piazzetta San Marco, aunque no es estrictamente parte de la plaza.
Se dice que Napoleón Bonaparte, aunque algunos atribuyen la frase a Alfred de Musset, la describió como el salón más elegante de Europa.
La historia de la plaza se remonta al siglo IX, cuando era un área pequeña frente a la antigua basílica de San Marcos, dedicada originalmente a San Teodoro, el primer patrón de Venecia. Posteriormente, fue ampliada a su forma y tamaño actuales en 1177, para facilitar el encuentro entre el papa Alejandro III y el emperador Federico Barbarroja.
A lo largo de la historia, la plaza ha sido el centro de Venecia, albergando importantes eventos de la República de Venecia y siendo la sede del arzobispado desde el siglo XIX. Fue pavimentada por primera vez a fines del siglo XIII y luego renovada en varias ocasiones, con diseños geométricos más complejos.
Los edificios que rodean la plaza incluyen la Basílica, el Palacio Ducal y el Campanario de la basílica. Además, hay otros edificios notables como la Torre del Reloj de San Marcos, las Procuradorías Antigua y Nueva, el Ala Napoleónica, el Museo Correr y el Museo de Arqueología, entre otros.
Debido a su ubicación baja, la plaza es propensa a inundaciones cuando el agua del mar Adriático o las lluvias excesivas causan mareas altas. El sistema de drenaje, diseñado para evacuar el agua de lluvia, puede tener el efecto contrario durante las mareas altas, permitiendo que el agua del canal suba hacia la plaza.