La ciudad de Pompeya proporciona una representación vívida de la vida romana durante el siglo I, inmortalizada por la erupción volcánica que registró literalmente cada detalle de la vida cotidiana. Un ejemplo de esto se encuentra en el suelo de la Casa de Sirico, donde una famosa inscripción que dice "Salve, lucrum" (que significa "Bienvenido, dinero") sugiere una sociedad comercial que involucra a dos socios, Sirico y Numiano, aunque este último podría ser un apodo, ya que "nummus" significa "moneda". Las casas de la ciudad están llenas de detalles sobre diversos oficios, como los trabajadores de lavandería conocidos como "fullones". Además, las pintadas en las paredes ofrecen ejemplos del latín coloquial que se usaba en la calle.
No obstante, es importante destacar que la ciudad que se ha excavado en la actualidad no se quedó congelada en el momento de la erupción del volcán. Se estima que la población de Pompeya en el año 79 d.C. estaba entre diez y quince mil personas, pero hasta ahora solo se han encontrado alrededor de dos mil cadáveres. Además, muchos de los edificios están dañados pero extrañamente desocupados, lo que sugiere que gran parte de la población podría haber huido durante los terremotos y las explosiones que precedieron a la erupción, recordando quizás el gran terremoto de 62 d.C. Es plausible que se hubieran llevado consigo algunas de sus posesiones de valor. Esta hipótesis también podría explicar la ubicación de algunos tesoros encontrados en la ciudad, lo que sugiere que los residentes que huyeron los ocultaron con la intención de recuperarlos una vez que pasara el peligro.
Además, existen evidencias de que la ciudad fue saqueada, ya sea por sus antiguos habitantes o por otros, en los meses e incluso años posteriores a la erupción, con el propósito de recuperar sus pertenencias o llevarse materiales valiosos. Se excavaron túneles entre las cenizas endurecidas con este fin.
En el año de la erupción, se estima que la población de Pompeya era de hasta quince mil personas como máximo. La ciudad se encontraba en una región que era popular para villas de vacaciones y contaba con una serie de servicios, como el macellum (un gran mercado de alimentos), el pistrinum (un molino), los thermopolia (una especie de taberna que servía bebidas frías y calientes), las cauponae (pequeños restaurantes) y un anfiteatro. La región de Campania era conocida por ser una zona agrícola fértil desde tiempos antiguos, y el puerto activo de la ciudad permitía cargar y enviar excedentes agrícolas a Roma y otras ciudades importantes, siendo sus vinos especialmente apreciados.
En el año 2002, se hizo un descubrimiento significativo en la desembocadura del río Sarno, que reveló la presencia de viviendas, muchas de ellas palafitos con un sistema de canales, lo que sugiere ciertas similitudes con la ciudad de Venecia.