La estatua de Viriato es una obra escultórica del zamorano Eduardo Barrón González ubicada en la plaza de Viriato en la ciudad de Zamora.
Representa en bronce al caudillo-pastor Viriato que se enfrentó a los cónsules romanos.
Se erigió a finales del año 1903, en la plaza que se denominaba de Cánovas del Castillo y que popularmente acabó denominándose de Viriato.
Es un conjunto escultórico que posee una estatua erecta, un pedestal granítico y una verja. En el pedestal puede leerse la leyenda Terror romanorum atribuida a Orosio (‘Terror de los romanos’).
Desde su ejecución hasta la colocación en la plaza pasaron veinte años.
En 1902 inicia Eduardo Barrón gestiones desde Madrid, para que la estatua sea concedida finalmente a la Diputación Provincial de Zamora y se convierta en un monumento público, en agradecimiento del pensionado que subvencionó la Diputación en Roma. Inicialmente la ciudad no mostró interés. Finalmente se eligió la plaza actual frente al Palacio de los Condes de Alba y Aliste. El pedestal de piedra granítica se trasladó desde las canteras de la villa zamorana de Torrefrades empujada en dos piezas por un carro tirado por bueyes. El ariete que reposa en su parte inferior data de esta época en la que se instala en el medio de la plaza. Se colocó a finales del 1903, sin realizar apertura oficial, unos transeúntes que pasaban la descubrieron el 12 de enero de 1904.
En 1971 se desplaza el monumento del centro de la plaza, y se coloca en una de sus esquinas.