El gran órgano de la Catedral de Mallorca es una obra maestra creada por los organeros mallorquines Gabriel Tomàs y Josep Bosch a finales del siglo XVIII. Construido entre los años 1795 y 1797, se aprovechó la caja de órgano existente desde 1477, realizada por Pablo Rosell. En 1929, el órgano fue modernizado, ampliando su gama de registros. Posteriormente, en 1993, fue restaurado por los organeros Albert Blancafort y Pere Reynés.
Este magnífico instrumento se encuentra ubicado en el lateral de la nave y cuenta con 54 registros. Posee cuatro teclados manuales con 56 notas cada uno y un pedal de 30 notas. Esta combinación de características hace que el órgano de la Catedral de Mallorca sea uno de los más destacados y complejos de su tipo, proporcionando una riqueza sonora excepcional que ha acompañado las ceremonias y conciertos en la catedral a lo largo de los siglos.