El Pazo de Mugartegui, o Pazo de los Condes de Fefiñáns, es un pazo barroco que data del siglo XVIII. Actualmente, acoge la sede del Consejo de Reglamentación de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Está localizado en la Plaza de la Pedreira, en el corazón de la ciudad vieja de Pontevedra, muy cerca del medieval Puente del Burgo. La gran cantidad de piedras acumuladas frente al pazo de Mugartegui para la construcción del pazo, así como la Iglesia de San Bartolomé y el colegio de la Compañía de Jesús, hizo que este espacio fuera llamado Plaza de la Pedreira.
El pazo fue construido para José Manuel Valladares y Figueroa, conde de Fefiñáns, en las ruinas de una casa el siglo XVII. Fue el trabajo del maestro albañil Pedro Antonio Herrero, el que concluyó la construcción el año de 1771 (con la salvedad del escudo de armas), terminado en 1773. El pazo perteneció a la familia Fernández de Mugártegui, relacionada con los Valladares, de la cual lleva su nombre actual.
Durante el siglo XIX , la mansión se convirtió en centro de enseñanza, porque acogía la Escuela Normal de los Profesores del sexo masculino. El siglo XX, fue dividido en varias habitaciones y, en la década de 1950, fue sede de la Academia de Estudios Jovellanos.
Hoy en día, pertenece al ayuntamiento de Pontevedra, que lo compró el 20 de noviembre de 1998 y encomendó al arquitecto Jesús Aser Fole su renovación. La sede del Consejo de Control de la denominación de origen de los vinos Rías Bajas está instalada en el local desde 2003, con un museo del vino en piso bajo, mientras que sus salas son utilizadas por el ayuntamiento para protocolo, eventos culturales y sociales.45 El pazo fue abierto para esas nuevas funciones en 24 de marzo de 2001.
El edificio tiene una fachada con un arco de entrada. El piso bajo posee arcos que daban acceso a los antiguos establos y bodegas y a los aposentos de los empleados, con siete arcos sostenidos por pequeñas columnas de la orden toscana.Por encima de esas arcadas, el segundo piso tiene siete ventanas francesas. Frente a la ventana céntrica francesa, hay un pequeño balcón con una barandilla de hierro.
El cuerpo céntrico queda envuelto por pilastras coronadas con pináculos. En la parte superior, hay un frontispício en el frontón semi-circular, del cual son esculpidos blasones rococós y, arriba, un reloj de sol y un sol de piedra, cuyos rayos emanan de un rostro con mejillas sonrientes. El blasón muestra las armas de las líneas Figueroa, Arango, Quirós y Omaña.
En la parte de atrás, destaca la terraza que acostumbraba a abrir como un punto de vista sobre el Lérez.